Cuando Bastián ingresó este año al jardín Fray Mamerto Esquiú, su directora Carina Morán conoció la historia del pequeño y no dudó en ayudar. Como si el destino así lo hubiera planeado, la familia del nene habló con la directora y ella le contó que junto a su marido arman sillas de ruedas para donar a quienes la necesitan y no pueden comprarla.
Pero el caso de Bastian era más complicado: necesitaba una silla bipedestadora, que es muy costosa y su familia no podía adquirirla. Alejandro Moreno, el esposo de la directora del jardín, es profesor en el IPET 260 “Industrial" y aplicó sus conocimientos para fabricarla, informan los colegas de ElDoceTV.com.ar
A Moreno le llevó bastante tiempo lograr construir la silla. Para eso trabajó junto con un kinesiólogo para poder entender exactamente cuáles eran las necesidades del niño. Para los últimos retoques recibió ayuda los profesores Guillermo Ortiz y Víctor Molina, colegas en el IPET.
Este miércoles fue el gran día. En el jardín se vivió una jornada de emoción total. Bastian recibió su silla y pudo pararse por primera vez sin la ayuda de otra persona.
El pequeño pudo cumplir su sueño de escribir de pie en el pizarrón y jugar con sus amigos. “Fue algo mágico, él estaba muy feliz”, le contó Carina Morán a ElDoce.tv.
Además, la directora de la institución aseguró que esto le da ilusión a Bastian para que en un futuro pueda caminar por sus propios medios. El hecho de poder pararse gracias a la silla bipedestadora que le fabricaron contribuye al desarrollo de sus piernas y los tratamientos pueden ser más efectivos.
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