Portada  |  02 julio 2018

¿Es seguro comer un alimento que se cayó al suelo si lo levantamos rápido?

En la serie "Derribando mitos en salud" -que este lunes lanza telefenoticias.com.ar-, la periodista Mariana Scagnetti se dedica a desterrar ciertos mitos relacionados con la salud fuertemente arraigados en la conciencia popular. En este entrega, la ley de los cinco segundos: ¿las bacterias y los gérmenes del piso tardan más de 5 segundos en subir a un alimento? ¿Es suficiente soplar un alimento que tocó el suelo para comerlo con la tranquilidad de que no nos hará daño?

Actualidad

Por Mariana Scagnetti

Es un clásico: si se nos cae una tostada al piso, la mermelada queda boca abajo. ¿Qué hacemos? Según el hambre que tengamos en ese momento, evaluamos tirarla o simplemente levantarla lo más rápido posible, emulando los movimientos de un entrenado ninja, soplarla un poco y comerla así como está. En este último caso, hay quienes repiten mentalmente, como un mantra, un dicho de la ¿sabiduría? popular conocido como "La ley de los cinco segundos", según la cual, si levantamos el alimento que se nos cayó antes de que transcurran cinco segundos, todavía seguirá apto para consumo. Para sostener esta afirmación, el saber popular se aferra al supuesto de que las bacterias que están en el piso no habrían tenido suficiente tiempo para subirse a nuestro alimento, en nuestro caso, la tostada.

Pero ¿las bacterias y los gérmenes del piso tardan más de 5 segundos en subir a un alimento? Vamos a derribar un viejo mito con argumentos científicos.

Viviana Falanga, nutricionista del Hospital de Clínicas (M.N. 1.292), recomienda “evitar comer alimentos que por accidente se han caído al piso, ya que a pesar de que parezca limpio, hay microorganismos que nos pueden enfermar”.

Por su parte, Eduardo López, pediatra infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital Gutiérrez (M.N. 37.586), agrega: “Si el alimento caído está crudo y se lo cocina a 70 grados o se hierve a 100 grados, prácticamente no hay riesgo de contaminación. Si el alimento se va a comer crudo, como es el caso de las verduras de hoja, tomates, etc., una de las maneras de descontaminarlo es dejarlo remojar en 1 litro de agua con 5 gotas de lavandina por 20 minutos. De esta manera, el riesgo de que permanezca contaminado es muy poco. Pero si el piso está muy contaminado y el alimento permaneció sobre él durante 2 minutos, el riesgo es mucho mayor, y lo lógico es desechar el alimento”.

En los experimentos realizados sobre este tema por el profesor Donald W. Schaffner, microbiólogo alimentario de la Universidad Rutgers de New Jersey, se compararon alimentos húmedos y secos sobre distintas superficies igualmente contaminadas. La conclusión fue que, sin importar lo rápido que se levante la comida del suelo, ésta nunca escapa de estar contaminada con bacterias. Ni siquiera levantando el alimento inmediatamente se pudo evitar la contaminación. Una gran cantidad de microorganismos hacía que la comida no fuese segura para comer. “Las bacterias no tienen piernas y se mueven con la humedad, por lo que cuanto más húmeda está la comida, mayor es el riesgo de contaminación que corre”, concluyó Schaffner.

El doctor López agrega que si bien “hay muchas bacterias que están en el medio ambiente cuyo riesgo de infección es extremadamente bajo, en el suelo sobreviven
algunas como las Pseudomonas, que pueden enfermarnos”. Si estas bacterias contaminaron un alimento, pueden provocarnos problemas intestinales con síntomas como diarreas, deshidratación, vómitos y descompostura.

Por su parte, la nutricionista Falanga también nos recuerda algunas de las medidas fundamentales que pueden ayudarnos a prevenir las intoxicaciones alimentarias: lavado de manos, frutas y verduras, mantener bien refrigerados los alimentos que así lo requieran, controlar la fecha de vencimiento de los productos, cocinar bien la carne y no utilizar los mismos utensilios de cocina para alimentos crudos y cocidos.

La regla de los 5 segundos no parece tener mucho asidero porque las bacterias pueden contaminar un alimento instantáneamente. Si bien comer un alimento que se ha caído es una decisión personal, para evitar contraer enfermedades lo mejor parece ser desistir de llevarlo a la boca por más tentador que se vea.

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