Liliana González fue asesinada a puñaladas y después descuartizada con una amoladora en la villa 31 del barrio porteño de Retiro. Su pareja, Waldo Servian Riquelme, es el único sospechoso. Se escapó a Paraguay y hace 45 días que está prófugo.
Servian Riquelme huyó el domingo 17 de marzo antes de que la Policía llegue a la casa donde estaba el cuerpo de la mujer. "La policía empezó a intervenir ese día a la tarde con el descubrimiento del cuerpo, y el acusado quedó registrado cruzando la frontera ese mismo día, pero a las 8.05 de la mañana. Nos llevaba varias horas de ventaja porque el crimen lo había cometido el sábado y se fugó", dijeron fuentes cercanas a la causa a Télam.
El imputado tiene un pedido de captura internacional de Interpol por el homicidio. Se pudo constatar que viajó a Misiones y que desde esa provincia cruzó en un remise a Paraguay.
"Se le tomó declaración testimonial a ese remisero misionero. Contó que recordaba que Servian Riquelme estaba nervioso y que le urgía cruzar a Paraguay", contó la misma fuente.
Servian Riquelme asesinó a González en la casa que ambos compartían. La policía encontró sus restos descuartizados en el baño, otros dentro del horno en la cocina y también en la terraza, junto a un perro.
Los forenses determinaron en la autopsia que la mujer fue asesinada a puñaladas y después descuartizada con una amoladora eléctrica, que fue secuestrada en la escena.
Fotos: Facebook
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