Las tareas de vigilancia encubiertas comenzaron el pasado 17 de marzo, cuando los investigadores de la Comisaría Primera de Quilmes, a cargo del comisario Rubén Andrada, lograron captar a un narcotraficante mientras hacía delivery de drogas a bordo de un Volkswagen Fox tanto en Quilmes como en Berazategui. Dicha actividad la realizaba los domingos, días en que se realizaban comidas en el local “Celia”, ubicado en la calle Blas Parera entre República de Cuba y Nicaragua, Ezpeleta, en donde también se supone que se llevaba a cabo esta comercialización.
De la información vertida por los pesquisas se desprende que la dueña del club tendría vinculación con el sujeto que oficiaba de vendedor de los alucinógenos y que además su boliche, donde se organizaban almuerzos familiares, era el lugar de acopio y distribución las substancias ilícitas.
Durante el allanamiento, los policías incautaron un ladrillo compactado de marihuana, 139 envoltorios con clorhidrato de cocaína y bolsas con hojas de coca en estado natural. Hallaron también elementos de corte y fraccionamiento y balanzas de precisión, informaron desde Perspectiva Sur.
Además secuestraron una pistola y tres revólveres, municiones calibre 22, 32 y 9 milímetros, como así también de escopeta, una gran cantidad de dinero en efectivo, 13 celulares, y un Volkswagen Fox y un Citroën C3, pertenecientes a los imputados.
Interrogada sobre las armas incautadas, la insólita respuesta de fue que eran de sus clientes y que las empeñaban cuando no les alcanzaba el dinero para pagar los almuerzos que se les servía cada domingo. Algo que claramente no convenció a los uniformados.
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