La mejor atleta argentina en esquí náutico, la platense Paloma Giordano, hoy de 16 años, denunció a un integrante del equipo argentino de esa disciplina deportiva por violación.
"Empezó a la fuerza y no pude hacer nada", relató Paloma a fines de agosto a Infobae.
El hecho denunciado ocurrió en el agua en Cory Pickos Ski School el 14 de julio de 2018, cuando Paloma tenía 15, en Santa Rosa Beach, al norte del estado de Florida, Estados Unidos, durante una clínica que la Federación de Esquí Náutico y Wakeboard realiza dos veces al año. Paloma se preparaba para el Campeonato Mundial Junior IWWF, en el que a pesar de su trauma compitió en agosto y le fue mal, aunque estaba muy bien preparada.
El nombre de su presunto agresor, sin embargo, se mantiene oculto por consejo de su abogado.
"Me tiraba al agua y me largaba a llorar. No podía ni entrenar. Igual fui al Mundial pero me fue muy mal. Con mi nivel yo podía hacer podio tranquilamente y ni pasé a la final. No entraba en mí lo que me estaba pasando. Tenía lo del abuso, los nervios de la competencia, la edad, que había sido esa persona, que estaba tan lejos, que quería estar en mi casa", cuenta sobre el torneo que se desarrolló del 2 al 5 de agosto de 2018 en la localidad española de Seseña.
Paloma no se presentó a la Justicia de Estados Unidos y en Argentina no hay denuncia “por incompetencia en razón del territorio”, explicó Carlos Kovalink, su abogado, al diario Clarín.
La Federación Argentina de Esquí Náutico y Wakeboard (Fadew) tomó conocimiento de la agresión sexual que relata Paloma Giordano días después a través del entrenador (DTN), quien llegó a Estados Unidos el día posterior al ataque. Fue él quien charló con los deportistas y acordó con que ella se enfocara en la preparación para el Mundial Juvenil.
Al concluir ese evento, el DTN presentó su informe en Buenos Aires. También se convocó a los padres de Giordano a una reunión de Comisión Directiva para que realizaran la correspondiente denuncia. Y, una vez recibido formalmente el reclamo, se le dio la oportunidad de presentar un descargo al deportista.
A finales de 2018, la Fadew suspendió provisionalmente al supuesto agresor con la máxima pena impuesta por el Estatuto por conducta antideportiva (seis meses), ya que cataloga al ataque sexual como "hecho confuso" al no haber una denuncia.
Actualmente el deportista no forma parte de la selección porque no ha logrado revalidar las marcas que le permitan volver a integrarla. Aunque la Federación, que se asesoró por abogados y psicólogos para tratar este caso, aguarda la intervención de la Justicia para valorar la posibilidad de una nueva resolución.
"A un año me siento un poco más preparada. No sé si algún día voy a estar preparada pero ahora me siento con ganas de que se sepa, de que no le pase a nadie más dentro de mi deporte ni en cualquier ámbito. Que no quede en la nada es lo único que quiero", afirmó al mencionado diario.
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