“Respeto plenamente su forma de explorar el campo de la sexualidad, pero, a decir verdad, me disgusta ser partícipe auditivo obligatorio de la misma debido a la precariedad de la pared que divide nuestras viviendas”, así arranca la carta que un hombre le mandó a sus vecinos, cansado de no poder dormir y escuchar todo lo que sucede en el departamento de al lado.
Según explicó el vecino al diario La Capital de Mar del Plata, los ruidos son "insoportables" y los ruidos le impiden dormir. En el texto le recomienda a sus compañeros de edificio que alejen "un poco las camas de la pared y poner, al menos, música de fondo durante sus aventuras grupales nocturnas”.
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