Portada  |  18 septiembre 2017

“No me digas que estoy linda, decime que soy inteligente”: el texto que viralizó en las redes

“No pasa nada por decirle a una nena que es linda, pero siempre si se tiene en cuenta que es sólo UNA de sus muchas virtudes. Una mujer, es mucha más que simple belleza”, sostiene Jayneen Sanders.

Redes

Suele ocurrir que a veces, al conocer a una nena, lo primero que dice un adulto es “qué linda”. Una escritora de libros para los más bajitos escribió un texto con una consigna que se viralizó en las redes.

Jayneen Sanders propone evitar elogiar las características físicas por encima de las cualidades que toda nena puede tener. Por eso empieza su texto así: “No me digas que estoy linda, decime que soy inteligente... y graciosa, imaginativa, amable, cariñosa, extravertida, única, fuerte, tenaz y astuta. Soy mucho más que simple belleza".

El texto que publicó Sanders fue replicado por el sitio Huffington Post. La escritora plantea un modelo de conversación, sin caer necesariamente en elogios físicos. “No pasa nada por decirle a una nena que es linda, pero siempre si se tiene en cuenta que es sólo UNA de sus muchas virtudes. Una nena, y por añadidura, una mujer, es mucha más que simple belleza”, sostiene.

EL TEXTO COMPLETO

No me digas que estoy linda, decime que soy inteligente... y graciosa, imaginativa, amable, cariñosa, extravertida, única, fuerte, tenaz y astuta. Soy mucho más que simple belleza".

Cuando a los familiares y amigos les presentan una niña pequeña, es muy frecuente que inicien la conversación con algo como: "¡Hola! ¡Qué linda estás! Qué vestido más bonito".

No te preocupes, todos pecamos alguna vez con eso, pero tené en cuenta que al centrarte solo en la apariencia de una nena pequeña, le estás inculcando que eso es lo que más valora la sociedad en las personas.

Es importante abstenerse de elogiar las características físicas por encima de las numerosas cualidades que toda niña tiene. Una nena necesita saber (todo el mundo, en realidad) que es mucho más que un cuerpo. Así que, para todos aquellos familiares y amigos que se sientan un poco perdidos y no sepan qué decirle a una nena pequeña, tenés a continuación unas cuantas conversaciones como ejemplo:

— "¡Hola! Encantado/a de conocerte. ¿Qué has hecho hoy? ¿Jugar con los Legos? ¡Qué divertido! Debes de ser muy buena construyendo cosas. ¿Me enseñas?".

— "¿Qué juegos te gustan? ¿Cuál es tu favorito? ¿Por qué?".

— "¿Qué libros te gusta leer? ¿Por qué esos? ¿Me podés leer un poco? ¡Qué bien lees!".

— "¡Qué fuerte eres! ¿Jugamos una pulseada?".

— "Me encantan tus dibujos. Lo hacés muy bien. ¿Podés hablarme de ellos?".

— "Me haces reír con tus caras graciosas. ¡Qué divertido! ¡Vamos a poner más caras!".

— "¿Jugamos a fútbol? Te va muy bien los deportes. ¿A qué más te gusta jugar?".

— "¿Cuál es tu asignatura favorita? ¿Matemáticas? ¡Genial, ayudame a sumar! ¡Hala! ¡Qué rápida eres! Eres muy lista".

— "¿Cómo se llaman tus amigos del jardín? ¿A qué jugás? Seguro que eres muy buena amiga. Parecés muy amable con los demás".

— "¿Me enseñas tus libros? ¡Anda, un libro de dinosaurios! A mí también me gustan un montón los dinosaurios. ¿Cuánto sabes sobre los dinosaurios? ¡Qué inteligente, cuánto sabés!".

Y la lista sigue y sigue. Claro que no pasa nada por decirle a una niña que es guapa, pero siempre teniendo en cuenta que solo es UNA de sus muchas virtudes. Una niña, y por añadidura, una mujer, es mucho más que simple belleza.

Foto: Getty Images.

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