Mariano Heller usó su cuenta de Twitter para contar el minuto a minuto del nacimiento de su segunda hija Martina quien llegó al mundo 1:52 del sábado en su casa, en medio de una pandemia mundial.
El relato comienza con una foto del final feliz del parto con la beba en brazos de su mamá Fátima ya en el hospital, pero el nacimiento fue insólito.
Bueno, en cuarentena, antes de la semana 38, un día antes del cumpleaños de Emilia Y EN CASA nació la irresponsable de Martina Heller. pic.twitter.com/aX3DVPVHZP
— 🧡💚 Mariano Heller 💚🧡 (@marianoheller) July 18, 2020
Al principio, con la primera alerta de su mujer, el no se preocupó demasiado porque creyó que eran los movimientos habituales de un bebé en las últimas semanas de gestación. "Le dije que se relaje que seguro que se estaba acomodando pero que vaya calculando el tiempo de las contracciones con una aplicación que habíamos bajado".
Empezó a calcular el tiempo (yo seguía en compañía de Tony Soprano) y la aplicación le dijo "prepararse" y me mandó la captura de pantalla. Comencé a inquietarme y fui compelido a acercarme. Vení please, me puso por chat (cheta). pic.twitter.com/4LrNmGMP8N
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Al ver la situación de dolor y contracciones, junto al aviso de la aplicación, se preocupó y llamaron a la partera."Fati gritaba y decía que sentía que iba a nacer, que prácticamente sentía la cabeza. Emilia increíblemente seguía durmiendo en el cuarto de al lado. De hecho nunca se despertó", contó sobre la situación y la calma de su otra hija.
Pero todo fue inmediato, la bebé comenzó a nacer sin esperar a que sus papás pudieran llegar al hospital.
Mientras rogaba Fati grita está saliendo. LA PUTA MADRE QUE LO PARIÓ, pensé, voy a tener que hacer esto yo. Veo en ese momento que empieza a salir una cosa inmunda. Era la cabeza recubierta por alguna sustancia que no quisiera volver a ver nunca más en mi vida.
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"Ahí salió la cabeza! Qué hago ahora? Tiro? Nono. Va a salir sola. Y ahí Fati metió un pujo más y escupió a la criatura. 1.52 hs", fue lo que relató Mariano sobre cómo se vivió el nacimiento.
Luego todo fue preocupación para saber si la beba estaba bien de salud y si respiraba.
La agarré, haciendo de cuenta que no veía toda la inmundicia que la rodeaba y que estaba fucsia. Le pregunté a Paula y ahora que hago? Pásasela a Fati y que se la ponga en el pecho. Se la paso intentando que no se enriede con el cordón y ahí se juntaron madre e hija.
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Una vez nacida, la dificultad fue trasladarla a urgencias de un hospital para revisar la salud de la recién llegada al mundo.
Me resultaba más fácil llamar al 107 que buscar el teléfono de emergencias de la obra social así que llamé rápidamente. Me atienden y explico lo que pasó y le digo que el obstetra (ya nos había llamado) nos dijo que había que trasladarla a la maternidad suizo argentina.
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"Al toque llegó la ambulancia con dos muchachos encantadores que demoraron un poco mucho en qué les den la autorización para poder hacer el traslado. Por suerte finalmente se la dieron y arrancamos en ambulancia para la suizo"
La escena del nacimiento quedará para la historia familiar, con todo los detalles insólitos que puedan imaginarse.
La escena general era lamentable. Fati semi en bolas con la criatura en brazos con cordón umbilical incluído cubierta de toallas. Yo con un bolso y una mochila que logré improvisar en ese rato porque no teníamos nada armado.
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"Recién ahora, alguna horas después me está bajando un poco la adrenalina y es como si me hubiera pasado un camión por encima. Las chicas están en la cama de la clínica. Martina ya se prendió a la teta", contó Mariano para finalizar el relato de que, a pesar de la situación en donde llegó su hija, todo salió bien. "Bienvenida Martina" fue tendencias por algunas horas tras el relato.
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