Se trataba simplemente de un toro, parte de una manada de vacunos que pastaba en uno de los costados de la cancha y que, en busca de buenos pastos, se metió en la cancha.
Los jugadores, sorprendidos, tuvieron que parar el juego y esperar la llegada del pastor con su perro para que retiraran el animal y así poder reanudar el juego.
Las imágenes, tomadas desde uno de los costados de la cancha, fueron subidas a las redes sociales y rápidamente comenzaron a reproducirse.
En sólo dos días tuvieron más de cien mil reproducciones en YouTube y pasaron también a otras redes.
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