Los pasajeros de un tren de la compañía Amtrak que circulaba entre Boston y Washington D.C., en Estados Unidos, quedaron varados a mitad de camino por un problema técnico. Después de dos horas de espera, uno de ellos comenzó a sentir hambre y -un poco en broma y un poco en serio- ubicó con su celular la pizzería más cercana e hizo un pedido de delivery.
La sorpresa fue mayúscula cuando en menos de media hora un chico llegó hasta el tren varado en medio de su trayecto con las dos pizzas ordenadas.
En la misma pizzería relataron que los sorprendió el pedido, que daba la ubicación del tren por sus coordenadas y entonces el encargado le preguntó al chico de la moto si era posible entregar el pedido. "Por supuesto" fue la respuesta, y allí fue.
Contó el repartidor que ya en el lugar le costó encontrar a quien había realizado el pedido, pero preguntando y enviando mensajes terminaron encontrándose.
En la pizzería están buscando la forma de aprovechar la repercusión del hecho para aumentar sus ventas: por lo pronto ya lograron que les hicieran entrevista en todos los canales de televisión y medios audiovisuales de la zona.
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