Cuando los días de calor comienzan a asomar en medio de las llanuras de Texas, el agua comienza a ser un bien muy preciado para todos los seres vivientes del lugar. John, que graba todas las experiencias de su granja y las sube a su blog y a su canal de Youtube, quiso verificar esa necesidad.
Y lo que registra es lo más común, los animales acercándose a beber, pero lo inédito de la posición de la cámara le proporcionó una extraordinaria repercusión.
Lo mejor es que además pudo reconocer a cada uno de los que se acercaba al balde: George, el conejo (lo reconoce por la mancha en la oreja); Ben el burro, que apenas moja su trompa, casi sin beber. Incluso aclara, para que nadie se lamente, que las abejas fueron rescatadas del agua.
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