En diciembre de 2014 los médicos diagnosticaron vitiligo a Carter Blanchard, de Arkansas (Estados Unidos), cuando las primeras manchas blancas empezaron a aparecer alrededor de sus ojos.
"Estaba en una escuela grande con una gran cantidad de niños y su cara se transformaba muy rápidamente", contó la madre, Stephanie Adcock.
Según la mujer, "lo primero que me contaba cuando subía al auto es que odiaba su cara y la forma en que se veía".
Como Carter perdía confianza en sí mismo, para animarlo Stephanie decidió buscarle otro tipo de compañía. Y así se topó en internet con la foto de Rowdy, un perro labrador que también había sido diagnosticado con vitiligo en 2014.
La madre se contactó con el dueño del can, Niki Umbenhower, y se enteró que vivían en Oregon.
A pesar de la distancia, decidieron poner en contacto a Carter con Rowdy y así nació una importante amistad "virtual" entre ambos.
Cuando la historia llegó a los medios, un lector emocionado donó en forma anónima 5000 dólares para pagar el viaje del nene a Oregon.
De esa manera, se concretó el esperado encuentro cara a cara entre Carter y Rowdy, quienes se volvieron inseparables.
Comentarios