Portada  |  19 octubre 2017

A esta nena le negaron la comunión por querer tomarla vestida con un traje blanco

Cady Mansell, una niña de nueve años de Indiana, Estados Unidos, saltó a los medios y a las redes sociales porque la iglesia en la que iba a recibir el sacramento -la de su escuela católica- le prohibió participar en la ceremonia para la que llevaba meses preparándose sólo por un motivo: ella quería acudir vestida con un traje blanco de saco y pantalón.

Redes

El escándalo se desató al conocerse la historia en redes sociales. La impotencia de muchos hizo que esta historia se viralizara en horas.

A Cady, de nueve años, le dijeron a última hora en su escuela que sólo podía recibir el sacramento con un vestido. Automáticamnete toda la familia decidió abandonar la comunidad.

Sólo tres días antes del evento, los profesores del centro llamaron a la mujer y le dijeron que habían escuchado el rumor de que Cady iba a vestir un traje. Ella lo confirmó y entones ellos le dijeron que era imposible que se presentase así en la ceremonia porque violaba el código de conducta, que nunca antes les habían indicado. Tras mucho insistir, le dijeron que por ser una niña tenía que ponerse un vestido.

"Mi hija quedó desolada", contaba la madre, que insistía en que en agosto, cuando se convocó la cita, sólo dijeron que estaba prohibido que las niñas llevasen algún tipo de tirantes en los hombros o que, en todo caso, se cubrieran con un suéter blanco.

Según relató su madre, Chris, en Facebook, el pasado 10 de octubre, "Ella ama los trajes y los usa a menudo. Como inicialmente no había un código de vestimenta para el evento, asumimos que podría usar un traje. Salimos todos y terminamos encontrando el atuendo perfecto en un fin de semana, uno que la hacía sentirse hermosa y segura", relata. Era agosto, con lo que tenían tiempo suficiente para hacerle algunos arreglos que adaptaran el conjunto al cuerpo de la niña.

Este episodio amargo no sólo ha hecho que Cady busque un nuevo colegio y una nueva parroquia, sino que su padre también se ha quedado sin trabajo, puesto que era profesor ayudante en el centro, el San Juan Bautista, que ha vetado a su hija. El hombre ha tenido que aguantar que un catequista le dijera que estaba criando "mal" a la menor.

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