Jake Coates se enamoró de Emmy Collet cuando ambos tenían 11 años. Al cumplir 16 años, los adolescentes comenzaron su noviazgo, que cortaron para ir a la universidad.
Sin embargo, el amor fue más fuerte y retomaron la relación una década más tarde. Pero a los seis meses, en 2015, y luego de unas vacaciones en Filipinas, se enteraron de que Emmy padecía un raro tipo de cáncer.
La mujer llegó a las consultas médicas con síntomas que incluían fatiga, diarrea y ganglios linfáticos inflamados. Según le informaron en el Hospital Royal Madsen, de haberse enterado antes de su enfermedad podría haberse recuperado por completo.
Jake decidió no esperar más y unas semanas después le propuso matrimonio. La pareja contrajo matrimonio en septiembre de 2016.
En poco tiempo la enfermedad de Collet se había diseminado por los pulmones, hígado, huesos y la columna vertebral, y murió en junio de 2017.
Coates eligió realizar su duelo corriendo maratones y recaudando fondos en memoria de su difunta esposa. Además, expresó su deseo de alquilar un vientre para tener el hijo con el que ella soñaba, usando embriones congelados.
A los ocho meses del fallecimiento de Emmy, a los 32 años, Jake volvió a sorprender con una publicación en Instagram, en la que anuncio que se había vuelto a enamorar.
Su nuevo amor es Jenna Shelby, una cordinadora de eventos que lo está acompañando en Islandia para su próxima maratón.
A partir de la foto de la nueva novia, todos notaron algo muy curioso: Shelby es idéntica a Emmy, su difunta esposa.
En las redes sociales la mayoría de los usuarios opinó que el parecido es "espeluznante" y que ambas parecen "calcadas".
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