A raíz de una historia tumultuosa que está atravesada por los últimos gobiernos democráticos del país, en febrero de 2016 la Corte Suprema de la Nación decidió reemplazar a la Ojota (oficina de Observaciones Judiciales), que originalmente dependía de la SIDE y que Cristina Kirchner trasladó a la Procuraduría General de la Nación, para crear la Dirección de Captación de Comunicaciones del Poder Judicial, el único organismo oficial del país autorizado a realizar escuchas telefónicas.
Desde ese momento, el organismo quedó bajo el poder de Ricardo Lorenzetti, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La reciente difusión de las conversaciones privadas de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner con Oscar Parrilli reavivaron la polémica y generaron un debate acerca del funcionamiento del organismo. En las últimas horas, Elisa Carrió cuestionó abiertamente el funcionamiento de la dependencia y acusó a Lorenzetti de tener una "SIDE paralela".
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¿Cómo funciona actualmente el único organismo autorizado para escuchar conversaciones telefónicas en la Argentina? En principio, cualquier intervención telefónica tiene que ser pedida por un juez. Una vez que el pedido formal llega al organismo, los empleados se contactan con las telefónicas para pedir el enlace y comienzan a grabar todas las comunicaciones.
En la ex Ojota, que funciona en un edificio de siete pisos en el barrio de Chacarita, trabajan 254 personas. ¿Cuáles son los principales temas por los que se piden intervenciones de líneas teléfónicas? Narcotráfico, trata, secuestros, crímenes económicos y terrorismo. En la actualidad, el organismo cuenta con 5.120 teléfonos intervenidos.
#LoVisteEnTLFNoticias ¿Cómo funciona la central de escuchas telefónicas judiciales? ↪ @barilirodolfo @Cris_noticias pic.twitter.com/Yggdnmjz3I
— Telefe Noticias (@telefenoticias) 11 de abril de 2018
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