Portada  |  04 enero 2018

Detuvieron a un sindicalista argentino en Punta del Este: armas automáticas, autos de lujo y 500 mil dólares en efectivo

Por caso, un informe de la AFIP dio cuenta de extracciones de dinero en efectivo "sin verificación" por 53.532.221 millones de pesos entre 2012 y 2013, indicaron las fuentes.

Política

Marcelo Balcedo, director del diario platense Hoy y secretario general del gremio SOEME, fue detenido en Uruguay, en el marco de una causa por lavado de dinero en la que se investiga el vaciamiento de ese gremio, que tramita en el juzgado de Ernesto Kreplak.

Al momento de su detención, Balcedo y su esposa estaban en una chacra de lujo en Punta del Este y tenían en su poder una importante cantidad de dinero, que rondaría el medio millón de dólares en efectivo, así como varias armas de fuego y numerosos autos de lujo, que no estaban registrados ni declarados ante los organismos correspondientes.

Además del dinero en efectivo, cuando detuvieron a Balcedo tenían una pistola Glock 9 milímetros, un revólver CTC 38, una Colt AR 15 calibre 22, entre otras armas de fuego y gran cantidad de municiones. También tenían numerosos autos de lujo, como una Ferrari, un Mercedes Benz, un Porsche y un Chevrolet Corvette. El Porsche era el único de los vehículos que estaba a nombre de la esposa de Balcedo, mientras que el resto no fueron declarados ante la AFIP.

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La justicia investigaba extracciones de dinero en efectivo realizadas de la cuenta bancaria del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME), vinculadas con lavado de dinero. También se detectó la compra de autos de alta gama, cuyos titulares no tenían la capacidad contributiva para realizarlas.

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Por caso, un informe de la AFIP dio cuenta de extracciones de dinero en efectivo "sin verificación" por 53.532.221 millones de pesos entre 2012 y 2013, indicaron las fuentes.

Balcedo es ingeniero, con una especialización en los Estados Unidos. Asumió el cargo que tenía su padre en el gremio, como secretario general del SOEME. Desde ese lugar, afilió compulsivamente a 8.000 empleados administrativos de Cultura y Educación bonaerense; mientras asumía una oposición cerrada en la paritaria de Educación. Con eso intentaba presionar para liberar sus causas, mientras el personal auxiliar realizaba paros cada vez más duros contra la gobernación provincial.

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