Portada  |  08 mayo 2018

El FMI y Argentina, en el laberinto: idas y vueltas de una relación con vaivenes

La última vez que el FMI brindó ayuda financiera al gobierno argentino fue en el 2000, durante la presidencia de Fernando de la Rúa.

Política

La sigla FMI está asociado a las últimas crisis que sucedieron en Argentina. Es muy recordado todo su accionar durante los momentos posteriores del estallido del 2001. El tema vuelve a escena, cuando este martes el presidente Mauricio Macri anunció en un mensaje que buscará un acuerdo con el organismo para contener la disparada del dólar. 

La relación de Argentina tuvo varios vaivenes que tuvieron su punto más caliente cuando el Gobierno de Néstor Kirchner decidió cancelar la deuda pendiente en un solo pago con el mencionado organismo internacional (9.580 millones de ­dólares), a principios de 2006, el ­objetivo principal era poner dis­tancia y evitar las inspecciones anuales.

La última vez que el FMI brindó ayuda financiera al gobierno argentino fue en el 2000, durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Allí, el organismo ofreció cerca de 40 mil millones de dólares para que se conoció con el nombre de blindaje financiero.

Dos años de saldar esa deuda, el último Director Gerente que pisó la Argentina fue Rodrigo Rato. El 23 de setiembre del 2004 fue prácticamente echado por Néstor Kirchner cuando este decidió no renovar un acuerdo stand by con el FMI y no pagar una deuda por unos USD 9.500 millones de dólares que finalmente fue cancelada en enero del 2006 para independizarse definitivamente de los monitoreos anuales de la economía que hacía el organismo a sus países miembros y deudores de la institución.

Recién en el 2014, con el Gobierno de Cristina, el FMI accedió a actuar como asesor para la elaboración de un nuevo índice de precios nacional que sustituyera al tan cuestionado índice 
de precios minoristas con fuente informativa recogida sólo en el Gran Buenos Aires.

La Argentina tiene la posibilidad de pedirle prestado al FMI desde el 2016,  porque volvió a ser un país cuya economía está monitoreada por los técnicos de ese organismo que una vez por año hace una exhaustiva revisión de la economía argentina que indica el artículo IV.

El organismo internacional –crea­­do en 1944 junto con el Banco Mundial– se constituyó con la participación de delegados de los que 
se ungieron como “países vencedores” al término de la Segunda Guerra Mundial, y con exclusión expresa de Argentina. Se especializó en temas de corto plazo que incluyen la asistencia técnica correlativa que, en los hechos, suele imponer sus puntos de vista.

Argentina se incorporó recién en 1956 y nunca hubo vínculos muy amigables, pese a que se implementaron varias cartas de intención emanadas de esa fuente a partir de diciembre de 1958.

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