Portada  |  01 junio 2020

Investigación especial: ¿Qué pasó en el geriátrico de la muerte?

Negocios, miserias y mentiras que matan. Una investigación de Erica Fontana y Mauro Szeta.

Investigaciones

Ya son 9 los muertos y 38 contagios. Todo en una misma institución, “Apart Incas”, un geriátrico en donde vivían 33 residentes y trabajaban 14 empleados. 

Los apoderados del geriátrico están implicados en una causa de homicidio culposo. Lo que sucedió es parte de un sistema, una cultura en donde, en aras de que un negocio siga funcionando, se hace lo que sea, como sea.

En esta investigación, Telefe Noticias revela audios, conversaciones y más pruebas que reflejan los negocios, miserias y las mentiras dentro del Apart Incas, el geriátrico de la muerte.

Hace poco más de un mes, el 21 de abril, el fiscal Maximiliano Vence, en respuesta a denuncias y llamados por contagios de Covid-19, ordena la evacuación de todos los residentes del geriátrico ubicado en Avenida Los Incas 3093 y se los deriva a diversos centros de salud de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires. Hasta ese momento, había 19 contagios confirmados. Posteriormente se ordenaron allanamientos para investigar documentación, como ser historias clínicas y actas.

¿Cómo se llegó a esa noche trágica?
Dentro de la causa número 459307 se investiga el incumplimiento de medidas sanitarias para evitar la propagación del Covid-19, facilitando el contagio del personal como de los residentes. Las acusaciones principales, generadas por los familiares de las victimas y por los empleados, consisten en: omisión de barbijos en el geriátrico, de alcohol en gel, guantes y mamelucos; también ocultamiento de síntomas de coronavirus en residentes y empleados. Las autoridades del geriátrico minimizaron la fiebre de los empleados y los instaron a trabajar igual. Incluso con hisopados en trámite, el geriátrico negó el problema.

Sin controles gubernamentales exhaustivos previos, fue recién el 17 de abril que los directivos del Apart llamaron al gobierno de la Ciudad y al SAME, pero ya era demasiado tarde. El virus ya estaba arraigado en sus víctimas.

El 10 de abril, la cocinera del Incas, Luisa Casas- que trabajaba todos los días de 6am a 9pm, se empieza a sentir mal. Tenía dolor de cabeza y de cuerpo. Alicia Ortiz, la encargada de empleados del geriátrico le decía que seguramente estaba cansada. Según varios de los empleados, Luisa pedía faltar, pero era obligada por Alicia (bajo orden de los dueños) a seguir concurriendo, sin importar su estado.

El 14 de abril fue a trabajar medio día porque en el trabajo tuvo fiebre y sus síntomas incrementaban. Decidió irse del establecimiento por su cuenta, para dirigirse al sanatorio Guemes. Quedó internada.

Esa misma semana, otras 3 empleadas del geriátrico también le dijeron a Alicia que se sentían mal, que tenían dolor de cabeza y cuerpo, por lo que Alicia le recriminó a Luisa (la cocinera) por haber “generado pánico”.

Bajo este contexto se llega al 13 de abril. Fecha en que los síntomas del covid ya estaban instalados en los empleados del geriátrico. Esta vez otras empleadas recorrieron el mismo camino que Luisa. Fueron por su cuenta a distintos centros de salud y también quedaron internadas.

Aquello deriva en un audio que obtuvo Telefe Noticias- y se encuentra dentro de la causa-. Alicia Ortiz le dice a Yanette Navarro que se presente a trabajar por pedido de los dueños, sabiendo que “por el tema del covid-19” no tenían personal disponible para seguir trabajando. El 17 de abril la Dra Raffo, autoridad médica del geriátrico, llamó al Gobierno de la ciudad y al SAME para que intervengan, pero el problema ya estaba generado y propagado.

Ese no es el único audio probatorio. Antes del 17 de abril, el mismo Hugo Visca (uno de los dos apoderados) le manda otros audios a Alicia Ortiz, los cuales se encuentran en la causa en curso. El primer mensaje muestra la negligencia de no tratar los síntomas de sus empleadas como lo que eran, síntomas de covid-19.

“No hay manera de que estén contagiadas, si los residentes no tienen nada. No se pueden haber contagiado ahí adentro de algo que no tiene ninguno de los residentes (…) si no tenes ningún paciente con algo parecido, ¿cómo se van a haber contagiado ahí todas estas empleadas?”.

En el próximo audio, Visca le pide a Alicia que presione a los empleados para que sigan trabajando y no concurran a los centros médicos: “Transmitiles la tranquilidad al resto del personal y a esas chicas que se fueron a hacer ver y que quedaron internadas, bueno ahora que se jodan por haber quedado internadas por llegar a un extremo (…) después veremos como les descontamos los días o lo que sea necesario”.

Ya con varias empleadas en sanatorios y hospitales Visca le manda otro audio a Alicia, con más presiones. “La que tiene laringitis o faringitis la verdad que podría colaborar ¿no? Porque es una picazón de garganta nada más, no creo que sea nada más grave (…) la verdad que vamos a hacer mierda a estas que están faltando si no tienen una causa verdadera, porque me parece que aprovecharon la volteada y se tomaron todas el franco, que manden los certificados todas las que no están internadas y las que están internadas que manden una constancia de internación”.

Telefe Noticias también accedió a audios de la directora médica del geriátrico, Carla Raffo, que habría enviado a las autoridades del establecimiento. Este audio prueba que el geriátrico intentó ocultar a los familiares la situación de los empleados y de los primeros síntomas.

“Primero ¿por qué los familiares se enteraron si no están entrando?, me parece que ya eso es la primera catástrofe. Y la segunda es que tengo tres pacientes con fiebre y cuadros respiratorios y me parece que es justamente por no cumplir el tratamiento adecuado cuando tienen un síndrome gripal, por ejemplo Alicia. Alicia tiene que cumplir su tratamiento y su aislamiento como corresponde, que ayer tampoco se sentía bien y fue a trabajar, ¿entendés?” “tratemos de que lo que pasa adentro no salga, viste? Me parece que es generar todo un trastorno al pedo. No pueden empezar a hablar de cosas que pasan adentro del instituto. Y por favor manteneme al tanto a ver si toda esta gente es negativa”.
Pasamos al 18 de abril, fecha en que el Ministerio de Salud de la Ciudad había intervenido, testeando a quienes tenían síntomas, pero no a la totalidad de residentes y empleados. Llegaron a contabilizar 7 contagios en total. Pero el geriátrico no formuló un plan de evacuación, el desastre ya había comenzado.

El 19 de abril los apoderados decidieron enviar 2 mails. Uno a las 2.11am informando sobre el primer contagio y otro a las 12.26pm pidiendo que retiren a sus familiares del geriátrico: “Solicitamos por fuerza mayor el urgente traslado preventivo de todos los pacientes a su Domicio familiar, con el único fin de cuidar su salud”.

Y el 21 de abril se llega a aquella noche, la noche del horror. Es cuando llega el SAME y retira a toda persona dentro del establecimiento. Los familiares despidieron a distancia a sus seres queridos, preguntándose si los volverían a ver. Y para 9 familias eso se tornaría imposible.

Entre los fallecidos se encuentra Lidia Gerbec, nacida en Italia. Debió escaparse con su hermano de la Italia Fascista, del gobierno de Mussolini. Cristina, su hija, recuerda que según lo que le contó la madre, llegó a la argentina con esperanzas de una mejor vida, de oportunidades en la “América”. Lidia, sobreviviente de la Italia Fascista, terminó falleciendo el 5/8/2020 a causa de coronavirus, ingresado en este geriátrico. Falleció en el Pirovano, con 98 años.

Dora Verón es otra de las víctimas. Su hija Alejandra recuerda que, según le contó, vivió en un colegio pupilo desde niña, lo que formo su personalidad libre y marcó su estilo independiente. Dora falleció el 7/5/2020 en OSECAC MERLO, a sus 94 años. Alejandra no cerró el ciclo de la pérdida. Para sentirse cerca de su madre suele ver una y otra vez imágenes de uno de los noticieros que cubrió los traslados del SAME.

Hector Olivero nació en la Argentina, en una familia muy humilde. Su hija Patricia recuerda que, según lo que contaba Hector, solía salir de la casa con zapatos de distinto color para al menos poder calzarse. Cuenta que era muy autodidacta, con su primer trozo de madera intentó construir una biblioteca en su casa, aprendió y estudió solo. Pasó el tiempo y decidió estudiar Derecho en la universidad pública. Según cuenta Patricia, uno de sus aprendizajes más valiosos es la importancia del esfuerzo, de la lucha. Con lucha comenzó su vida, y con lucha terminó sus días.

Algo que le apena a Patricia es haberse enterado de la situación del Apart Incas por medio de los noticieros. No recibió a tiempo los mails que alertaban sobre el coronavirus en el geriátrico y el pedido a los familiares de retirar a los residentes. Quizá, según dice, haberlos recibido en el momento adecuado hubiera “cambiado las cosas”. Hector falleció en el Instituto del Diagnóstico, el 28/4/2020, con 86 años.

Te mostramos que lo que sucedió es parte de un sistema, una cultura en donde, en aras de que un negocio siga funcionando, se hace lo que sea, se paga cualquier precio. Y este geriátrico se manejó́ bajo esos parámetros. Al principio- sin los efectos de la pandemia- todo parece funcionar, hasta que la realidad se convierte en una pesadilla y aquellos descuidos que parecían insignificantes terminan de la peor forma, terminan matando.
-Todavía quedan más pruebas para revelarte-.

En memoria de los fallecidos.
González Angelica (24/4/20)
Gerbec Lidia (8/5/20)
Verón Dora (7/5/20)
Sujovolsky Ester ZL (28/4/20)
Flammini Alberto (14/5/20)
Carlos Frias (1/5/20)
Capra Lilia (29/4/20)
Olivero Héctor (28/4/20)
Lichsztain Isabel ZL (29/4/20)

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