Portada  |  15 junio 2018

"Ya casi llego a casa sana y salva”: el último mensaje de una chica violada y asesinada en Australia

Eurydice Dixon era una humorista de 22 años que fue atacada cuando regresaba de dar un show. Su muerte conmovió a todos.

Internacionales

Eurydice Dixon era una joven de 22 años que se dedicaba a la comedia y fue violada y asesinada en Australia cuando volvía a su casa el miércoles por la noche. Su cuerpo fue encontrada en una canchita de fútbol en un parque de Melbourne y por el crimen hay un detenido.

El miércoles decidió volver caminando a su casa, como tantas otras noches, luego de un show en un bar. Lo hizo cruzando el Parque Princes en Carlton North, Melbourne, a pocas cuadras de donde vivía, pero nunca llegó.

La atacaron en el camino, la violaron y la dejaron tirada. Luego de que su cuerpo fuera identificado, la policía advirtió gracias a las cámaras de seguridad a un hombre joven con un buzo de capucha. Se trata de Jaymes Todd, de 19 años, quien se entregó a la policía esa noche.

En un último mensaje, Eurydice le decía a un amigo que estaba bien. "Ya casi llego a casa sana y salva (¿y vos?)", le escribió a Tony Magnuson a través de Facebook.

El crimen conmocionó a todo el país y generó un debate sobre la violencia contra las mujeres, al mismo tiempo que recordó el crimen en el 2012 de una joven irlandesa que desató marchas y protestas.

"Estaba feliz y contenta. Me abrazo y me dio un beso y dijo que iba a caminar. Estaba en la cima del mundo porque el show le había salido bien", dijo Magnuson a la prensa local.

Al declarar ante el juez, el acusado por el crimen bostezó ante el Tribunal. Su abogado defensor alegó que tiene problemas mentales.

MALESTAR Y CONMOCIÓN
Luego de conocerse la noticia sobre la muerte de la joven, la Policía alertó a los vecinos y les recomendó estar atentos. "Mi mensaje es que la gente tiene que ser consciente de su propia seguridad. En cualquier lugar. Si tiene alguna preocupación, llame a Emergencias: preferimos tener muchas llamadas a tener pocas", dijo un agente. Sus declaraciones no tardaron en despertar indignación entre los australianos.

"Tenía que haber podido ir caminando a casa del trabajo segura, sin que nadie la siguiera ni la agrediera de esta manera tan cruel. Nuestros cuerpos no están ahí para que alguien los tome. Y no nos corresponde a nosotras estar a salvo cuando sabemos que depende de los hombres la elección de infligir o no violencia contra nosotras", dijeron desde el Centro de Mujeres Reina Victoria, al trasmitir malestar por las declaraciones de la Policía.

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