Jincai Chen, de 39 años, aterrizó en el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok (Tailandia) el 6 de mayo a las 21.30, luego de un vuelo desde Hong Kong.
En esa terminal aérea cuatro hombres y una mujer empezaron a seguirla, forcejearon con ella, la sujetaron, buscaron su equipaje, atravesaron juntos los controles de seguridad y al final se la llevaron cautiva.
Las cámaras de seguridad captaron la secuencia, en la que ningún pasajero ni personal del aeropuerto se dio cuenta de lo que ocurría.
El grupo de secuestradores se puso en contacto con el marido de la mujer, un ciudadano de Tanzania, de origen coreano, a quien le pidieron un rescate de medio millón de dólares.
Tras varias negociaciones el esposo logró convencerlos y pagó 254 mil dólares. Además, notificó a la Policía, que comenzó el operativo de rigor.
Chen fue liberada por los secuestradores el 13 de mayo a las 23, en un camino del distrito de Bang Na en Bangkok, luego de 13 días de cautiverio.
De acuerdo con los investigadores, participaron del secuestro cuatro ciudadanos chinos y once tailandeses, incluido un sargento mayor de la policía de la Oficina de Inmigración. Varios ya fueron detenidos y otros están siendo buscados en el país y el exterior.
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