Portada  |  26 mayo 2017

Video documento: una chica española grabó el momento en el que sufre un ataque sexual

"Da un paso hacia mí, se hace muy grande y yo muy pequeña", cuenta la joven en una publicación en Facebook donde relata toda la agresión sexual. Ella hizo lo único que sabía que podía hacer: sacar el celular y grabar al depredador sexual cuando este, después de meterle mano, se da la vuelta y se va tranquilamente.

Internacionales

Irene Tapia es una joven española que vuelve tranquilamente a su casa andando porque "hace una noche increíble" en Murcia. Un hombre se acerca, le toca el culo y le agarra una teta sin consentimiento, haciéndole daño. Ella recuerda en ese momento lo que hay que hacer ante una violación: "Llama inmediatamente a la policía y ve al hospital".

"Da un paso hacia mí, se hace muy grande y yo muy pequeña", cuenta la joven en una publicación en Facebook donde relata toda la agresión sexual. Ella hizo lo único que sabía que podía hacer: sacar el celular y grabar al depredador sexual cuando este, después de meterle mano, se da la vuelta y se va tranquilamente.

En un momento dado, unos hombres se acercan a ofrecerle su ayuda cuando la oyen gritar "¡cerdo!". A él no le dicen nada, a ella le insisten en acompañarla a casa y la joven rompe a llorar. "¿Hay derecho?", se pregunta. Los hombres le dicen que mejor vaya por en medio de la calle, "si es que, mejor calle que esta...", contesta ella.

El texto completo acá:

"Llama a la policía inmediatamente y ve al hospital".

Que hace una noche increíble y me apetece volver paseando a casa oliendo a azahar.

Pasos. No corro porque no quiero perpetuar el estigma; él también va a casa después de una jornada de trabajo. Qué cosas. Pasos muy cerca. Me toca el culo. "Eh!de que coño vas?" (Hilo de voz). Me mira. Me toca una teta, y me hace daño. Me sigue mirando y no dice nada. Lo que sabía que me podía pasar pero que no me iba a pasar pero que me podía pasar me está pasando. Joder. Da un paso hacia mí, se hace muy grande y yo muy pequeña. Yo soy una hoja que se cae del árbol. Y solo estamos él y yo. Asistolia. Doy un paso al frente y levanto la barbilla, a ver si me ve crecer. Nos miramos, no respiro. Solo le miro. ¿Acierto a decir un "qué"? Ni idea. Se da la vuelta y sigue su camino. Tiemblo toda, se me ha olvidado respirar. Quiero terminar mi paseo y llegar a casa. Pienso en todas; mis amigas, mis hermanas, mis primas, mis madres. Lo siento de verdad. Esto no debería ser un consejo y yo no debería estar escribiendo esto. No es justo. No quiero tener que explicar que lo que hay que hacer es "llamar a la policía inmediatamente e ir al hospital". Me quiero ir a mi casa pero ya no huelo a azahar.

Episodios como este se repiten cada día en todas las ciudades del mundo. Irene Tapia no es la primera chica que graba a su agresor y lo denuncia en las redes sociales. Otras tantas están tan paralizadas que no pueden ni sacar el móvil. "De camino a casa queremos ser libres, no valientes", dice uno de los comentarios en la publicación de Irene.

Comentarios