Michele Boudreau Deegan disparó a sus dos hijas gemelas de siete años mientras las pequeñas dormían y luego se suicidó en Sudden Valley, Washington (Estados Unidos).
La mujer, de 55 años, se encontraba en un proceso legal con su ex pareja por la custodia de las niñas.
La voz de alarma la dio un vecino que encontró el cuerpo sin vida de Michele y de sus dos hijas.
La principal hipótesis que barajan las autoridades es que el parricidio se debió a los problemas familiares que estaban sufriendo.
La misma fuente quiso dejar claro que Michele "amaba a sus hijas" pero que estaba "mentalmente enferma", que había pasado por serios problemas económicos debido al divorcio y que lo único que buscaba era "proteger a las niñas". "Quiero que todo el mundo sepa que Michelle no trataba mal a sus hijas, las quería. Solamente estaba enferma... y muy asustada", sentencia.
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