Fue un show de fuegos imponente con una tonelada de comida y muchos litros de vino tinto. Los turistas, fascinados al ver cocineros con anteojos especiales para meterse en el humo a colgar pollos y carnes o girar papas y mollejas sobre chapas, quedaron encantados, especialmente con el ojo de bife y el malbec.
“Es muy emocionante estar hoy acá, en esta Plaza que tiene 400 años, para mostrarles a todos estas técnicas de fuego”, dijo Francis Mallmann a Clarín. Y habló de los 200 pollos al hilo curados en salmuera, condimentados con hierbas y que estarán listos luego de cuatro horas de estar colgados en piolines sobre las brasas. También, de las mollejas y las papas que crujen sobre las chapas, las cebollas al rescoldo. Entre los manjares argentinos tampoco faltaron el ojo de bife, las lubinas salvajes, los rodaballos, además de las calabazas y las piñas. Los turistas saboreaban aprobando con placer mientras escuchaban tango y folclore.
Para la enorme comitiva argentina se armó una carpa celeste y blanca en la que los mozos tenían que ingeniárselas para servir copas de botellones de seis litros de malbec. El señor del vino en cuestión –Nicolás Catena Zapata- se paseaba por allí también.
En taburetes para comer en mesas altas se acomodaron la ministra de Relaciones Exteriores Susana Malcorra, el embajador argentino en España Ramón Puerta y el ministro de Turismo Gustavo Santos.
“Bienvenidos a este rinconcito de Argentina que nos ha prestado Madrid. Dijimos que íbamos a hacer lío y lo estamos haciendo -bromeó Santos-. Es la comunión de dos pueblos que no pueden separase jamás, España y Argentina. Hacer fuego en la Plaza Mayor es una decisión osada, pero es lo que nos representa. Es el fuego lo que nos une. El turismo y la comida son dos símbolos extraordinarios de lo que es compartir entre los pueblos”, dijo Malcorra.
Comentarios