Derek Bell denunció que George Ormond había abusado de él mientras jugaba para el Montagu y North Fenham durante la década de 1970.
Luego, el entonces jugador coincidió con el entrenador mientras trabajaba en Newcastle y en una oportunidad lo vio escondido en los alrededores de un albergue de adolescentes vulnerables.
De acuerdo con Bell en ese momento le volvió a la cabeza "el infierno" que había vivido. "Vinieron todos los recuerdos y pensé que ese tipo no debería vivir. Fui a su casa con un cuchillo de 35 centímetros escondido y pateé su puerta esperando a que saliera. Por suerte para él, esa noche no estaba", relató.
"Di una vuelta a su casa y él no estaba allí. Los vecinos obviamente habían visto lo que estaba sucediendo y salieron y me preguntaron que hacía, por lo que me fui", añadió e exfutbolista.
Más tarde, el entonces jugador del Newcastle decidió contarle a sus amigos sobre los padecimientos y abusos. Además, decidió volver a la casa del entrenador "con una grabadora para preguntarle por qué me había hecho eso".
"Simplemente me dijo: 'No sé por qué'. Su único objetivo era que no se lo contara a la Policía", aseguró Bell.
Ormond fue condenado a seis años de prisión por agresiones sexuales en 2002.
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