Portada  |  01 octubre 2020

Neurobiólogo rejuveneció su cerebro 10 años, con un método que pueden aplicar todos

Fue adicto a la heroína durante 15 y decidió estudiar el funcionamiento del cerebro para lograr una rehabilitación completa.

Internacionales

Brian Pennie, un estudiante de doctorado en el Trinity College de Dublín (Irlanda), fue adicto a la heroína durante 15 años hasta que decidió someterse a rehabilitación y se volcó al estudio del cerebro.

A partir de sus investigaciones, el neurobiólogo cambió sus hábitos de tal manera que, cinco años después, logró invertir el envejecimiento de ese órgano.

Brian comparó las imágenes actuales de su cerebro con los escáneres cerebrales de su proceso de desintoxicación. Y, basándose en un método de evaluación de la edad cerebral a partir de la densidad de materia gris, constató el rejuvenecimiento.

Según el investigador, su edad cerebral evaluada llegó a ser 10 años más joven que la cronológica, afirmó en un artículo para Medium.

"Nuestros cerebros son maleables, como la plastilina, y nuestras experiencias determinan su forma. Este proceso se compara mejor con el ejercicio físico", explicó.

Y en tal sentido, describió: "Por ejemplo, 30 repeticiones de levantamiento de pesas no agrandarán los músculos, pero 30 repeticiones al día durante un año sí que lo harán. Lo mismo pasa con el cerebro y, con el tiempo, su forma cambiará".

Brian remarcó que sensaciones, pensamientos y emociones negativas permanentes, como la ansiedad, la ira o las dudas, transforman el cerebro. Y también se puede mejorar su estructura reorientándolo hacia lo positivo.

El especialista explicó su método a modo de receta para que otros puedan aplicar. Como primera medida destacó la meditación, lo que le ayudó a conseguir una conciencia plena y desapasionada de sus sensaciones, pensamientos y emociones, además de superar la ansiedad.

"Varias investigaciones muestran que una práctica regular de conciencia plena debilita la capacidad de la amígdala de secuestrar las emociones. Esto sucede de dos formas. En primer lugar, la amígdala disminuye su tamaño físico. En segundo lugar, las conexiones entre la amígdala y las partes de la corteza asociadas con el miedo se debilitan, mientras que las conexiones asociadas con funciones cerebrales de orden superior, es decir, el autoconocimiento, se fortalecen", sostuvo Pennie.

En segundo término, se refirió a la importancia de lograr una adecuada rutina de sueño, importante para muchas funciones, incluida la interacción de neuronas y la evacuación de toxinas que se acumulan en el cerebro durante la vigilia.

Según el neurobiólogo, tras superar su adición, restauró el modo norma del sueño y que duerme al menos 7 horas al día.

El investigador citó a Nick Wignall, experto en este ámbito, que recomienda no acostarse antes de tener sueño, ni quedarse en cama si uno se despierta en medio de la noche y no puede volver a dormir. En caso contrario, se puede desarrollar ansiedad asociada con la cama, lo que no es bueno.

Un tercer factor clave para Pennie son los desafíos, que constituyen un combustible para el crecimiento ya que permiten aprender lecciones y desarrollar una mayor flexibilidad.

"Si aparece una situación difícil, algo que no puede cambiar, uno puede usarla como una oportunidad para practicar la aceptación. Si se siente estresado, puede utilizarlo como una oportunidad para practicar la no reacción", detalló.

Al respecto, consideró que se pueden aprovechar las relaciones desafiantes como una oportunidad para practicar la habilidad de ponerse en el lugar de otra persona.

Para completar sus recomendaciones, el especialista apuntó a evitar o limitar el consumo de alcohol por ser una fuente de neurotoxicidad y causa de angustia para muchos.

Por último, remarcó la conveniencia de reducir la exposición a noticias negativas y medios sociales, y sustituirla por información positiva para el cerebro.

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