Portada  |  27 junio 2017

Murió Alain Senderens, el chef que renunció a sus estrellas Michelín

Fue uno de los creadores de la “nouvelle couisine” y estuvo a cargo de los restaurantes más prestigiosos de París. En 2005 renunció al reconocimiento de la guía Michelín porque quería “algo menos superficial”. Murió a los 77 años en Corrèze.

Internacionales

El chef francés, que después de una dilatada carrera al frente de algunos de los restaurantes de más prestigios de la capital francesa y que en 2005 renunció a sus estrellas Michelín para dedicarse a una cocina sin ostentación, murió el domingo, reveló el diario "Le Figaro".

El fallecimiento de Senderens se produjo en su casa del departamento de Corrèze, en el centro de Francia, precisó el diario en su página web.

Su primer restaurante lo puso en 1968 y lo bautizó con el nombre de un gastrónomo de la antigüedad: Archestrate (Arquestrato).
En esa época le dio la espalda a las recetas de Auguste Escoffier, considerado 'la Biblia' de todos los cocineros de entonces, y comenzó a experimentar distintas opciones.

Amigo de Michel Guerard, uno de los grandes chefs de ese momento, conoció al resto del grupo de la 'Nouvelle cuisine': Alain Chapel, Pierre Troisgros, y Paul Bocuse.


En 1978, año en el que su restaurante obtuvo la consagración con tres estrellas Michelin, pasó junto a sus colegas dos meses en China.

Allí cada uno “sacó sus propias conclusiones”, contó alguna vez Senderens, quien se apasionó también por las cocinas tailandesa y japonesa, antes de que se pusieran de moda.

La 'Nouvelle cuisine', más depurada y más ligera en varios aspectos respecto a la cocina clásica francesa, despertó críticas al
comienzo.

“Nos criticaron mucho, nos reprochaban servir grandes platos con nada dentro pero después todo el mundo se apropió de los principios de esta cocina”, había dicho alguna vez.

Conocido entre otras cosas por el maridaje de vinos y manjares, en 1985 se hizo cargo de otra de las instituciones de la gastronomía francesa en París, "Lucas Carton" en la plaza de la Madeleine.

Veinte años más tarde, causó una gran sensación al anunciar que renunciaba a sus estrellas Michelin para poder transformar su restaurante en un establecimiento abordable, al que pasó a llamar "Senderens”.

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