Una nueva masacre en una escuela conmueve a Estados Unidos. Un estudiante de Texas de 17 años fue acusado por la muerte de diez personas en medio de un tiroteo en una secundaria en Santa Fe. El atacante confesó ahora que eligió a sus víctimas y que les perdonó la vida a las personas que le gustaban "para que pudieran contar" su historia.
El investigador oficial del condado de Galveston, identificado como J. Roy, escribió en una declaración jurada que el joven, Dimitrios Pagourtzis, renunció a su derecho a guardar silencio y “admitió haber disparado a varias personas" en la escuela.
Antes de ser detenido, Pagourtzis intercambió disparos con agentes de policía durante unos 15 minutos y dejó de lado sus intenciones de suicidarse.
"Él no solo quería cometer la masacre sino también quería quitarse la vida tras el tiroteo", dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, y agregó que Pagourtzis le dijo a las autoridades que "no tuvo valor" para hacerlo.
El tirador se encuentra ahora en la cárcel del condado de Galveston sin posibilidad de salir libre bajo fianza. Podría recibir condenada de muerte aunque los analistas señalaron que por ser menor de 18 años podría recibir una condena menor.
La masacre de Texas, la número 22 en lo que va de 2018, sorprendió a alumnos y profesores de la escuela de Santa Fe, ya que aseguraron que no sospechaban que el atacante podría hacer algo así.
Algunos compañeros contaron que Pagourtzis era acosado. Otros testimonios, destacaron que era un excelente estudiante y que era muy felicitado por su trabajo defensivo en el equipo de fútbol americano del colegio.
Una estudiante, Isabelle Laymance, contó que fue testigo del momento final del tiroteo, cuando Pagourtzis, estaba por entregarse.
"Me voy a rendir, pero necesito que hablen conmigo. No puedo oírlos; creo que me reventé el tímpano. ¿Pueden conseguir un megáfono? No se acerquen a mí. Voy a salir", dijo la chica que el atacante decía a la policía.
"Luego dijo: 'Denme un segundo, estoy pensando', y mientras decía eso, se podía oír que volvía a cargar su arma. Entonces el policía se acercó y disparó. Y él volvió a decir: 'No se acerquen a mí'", relató la adolescente. Después, Pagourtzis se rindió.
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