Portada  |  24 mayo 2017

La broma del Papa Francisco a Donald Trump que sólo entendió Melania

La potica es un bizcocho enrollado servido con crema. Su alto contenido de mantequilla y el azúcar, sin embargo, podría permitir una comparación con la pizza en calorías, motivo de orgullo italiano.

Internacionales

Momento distendido en la audiencia papal al presidente de EE.UU., Donald Trump, este miércoles. Nada más entrar en la sala, el Papa pidió en tono de broma a la Primera Dama, Melania Trump, si al presidente le da de comer potica, un popular postre de Eslovenia de donde ella es originaria, que se pronuncia “potizza” y que fue entendido como “pizza” por todos los testigos de la escena.

En un breve diálogo con Melania, quien acompañó a Donald Trump en su visita en el Vaticano, Francisco preguntó: “¿Qué le das de comer, potica?”. La Primera Dama, confirmó sin dudar “potica”. Un tema de conversación culinario que fue confirmado por la Casa Blanca a las pocas horas y que muchos medios han interpretado como una broma del Pontífice sobre la forma física del magnate republicano.

La prensa italiana e internacional fue rápida al reproducir esta pequeña frase susurrada como “pizza” italiana, que fue corregida poco después por un vaticanista esloveno mejor informado. Este experto dijo que el marido de la sobrina del Papa es un argentino de origen esloveno. Al parecer, elPontífice es un fino conocedor de este pastel y pregunta regularmente por su popularidad cuando recibe visitantes eslovenos.

La potica es un bizcocho enrollado servido con crema. Su alto contenido de mantequilla y el azúcar, sin embargo, podría permitir una comparación con la pizza en calorías, motivo de orgullo italiano.

Francisco y el presidente de Estados Unidos se han reunido esta mañana durante aproximadamente media hora, en la biblioteca privada del Pontífice, en el Palacio Apostólico. En el intercambio de regalos, el Papa ha puesto énfasis en el mensaje de la paz. Le ha entregado un documento suyo que redactó para la Jornada Mundial de la Paz y una medalla con una rama de olivo también alusiva al mismo tema.

Francisco le ha hecho comentarios en castellano (”Se lo entrego a usted, para que sea instrumento de paz”), que el intérprete traducía. “Necesitamos la paz”, ha contestado Trump. Este ha obsequiado al Pontífice con una caja que contenía libros de Martin Luther King, el líder negro, campeón de los derechos civiles, asesinado en 1968. Al abandonar la biblioteca, Trump se ha despedido con estas palabras: “No olvidaré lo que me ha dicho”.

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