No fue por un enfrentamiento armado. No fueron bombas ni los tiros. Esta vez la historia fue otra. Tres combatientes del Estado islámico murieron y otros cinco resultaron heridos al ser atacados por una manada de jabalíes en Irak.
Ocurrió en las montañas de Kirkuk, en el noreste del país. Allí esperaban cautelosos los combatientes entre unas cañas. Allí esperaban para atacar a unas tribus locales que habían organizado las brigadas anti-ISIS.
Pero el ataque nunca llegó a concretarse. Una manada de jabalíes salvajes se abalanzó sobre ellos y los asesinó en un sangriento ataque.
No quedan claras las causas exactas de la muerte, según la agencia iraquí Alsumaria News, que se hizo eco de la noticia.
Un jefe tribal local explicó al diario británico The Times que posiblemente "molestaron a los animales, que viven salvajes en esa área".
Un medio iraquí, Alsumaria News, informó más tarde de que los yihadistas se habían vengado de los jabalíes, pero sin precisar cómo.
Tres días antes los yihadistas perpetraron una matanza en Hauiya, que se encuentra a unos 200 kilómetros de Mosul, la ciudad donde las fuerzas armadas iraquíes combaten al Estado Islámico desde hace meses.
Se cree que unas 25 personas fueron asesinadas y el jeque Al Asi lamentó que “esta no será la última masacre de civiles”.
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