Según informaron las autoridades, la madre de 35 años, viajó a Moscú para encontrarse con un hombre que iba a pagar esa cantidad de dinero por tener relaciones sexuales con su hija. Pero el pedófilo millonario resultó ser un agente encubierto de la policía.
La madre, había hechos fotos íntimas de su hija e incluso había obtenido un certificado médico, que confirmaba que la menor era virgen, para realizar la venta. Durante el juicio, Irina, aceptó los cargos que se le imputaron, informa el diario inglés The Sun.
Tras su condena, la madre perdió la custodia de la adolescente y de su otro hijo que ahora viven con su abuela, quien se ha convertido en la tutora legal de los menores.
Irina Gladkikh contó con la ayuda de dos cómplices, quienes fueron identificadas como Yelena Anisimova y Alina Kukanova. Una de ellas fue quien se encargó de contactar al supuesto comprador. Según los reportes policiales de Rusia, las tres mujeres ya tienen experiencia como trabajadoras sexuales.
Gladkikh también se desempeñó en el rubro de las tecnologías de información y como agente de bienes raíces.
Fotos: The Sun / Panamerica.PE
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