Francia se enorgullece de los valores de su Estado laico y su enseñanza crítica y alejada de los dogmas, pero debe enfrentar un creciente clima de extremismo islamista, que se nutre de jóvenes como el asesino del profesor, un joven ruso-checheno de sólo 18 años.
Este sábado, al día siguiente del espeluznante crimen, París y sobre todo los docentes han reaccionado con una mezcla de indignación y reivindicación de los valores que los terroristas musulmanes ponen en peligro. Los profesores del instituto de Bois d’Aulne, donde enseñaba el docente degollado, le rindieron tributo con rosas y pancartas que decían “Soy un profesor”.
El asesinado profesor Paty daba un seminario sobre libertad y medios de comunicación, lo que generó denuncias de padres musulmanes. Fue objeto de amenazas tras usar las caricaturas publicadas por el semanario Charlie Hebdo. Este medio sufrió un devastador ataque terrorista islámico en 2015,que causó la muerte a su director y a las principales figuras del famoso semanario satírico francés. Jamás se recuperó de esas pérdidas ni del trauma.
El propio Charlie Hebdo, “horrorizado” por la noticia, publicó un comunicado contra el “fanatismo religioso: este acto inmundo enluta a nuestra democracia, pero debe hacernos más combativos para defender a nuestra Libertad”, declararon sus integrantes. Mientras que en nombre de Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio sus condolencias a la familia y a los franceses, “pensando en los profesores. Sin ellos no hay democracia”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron se presentó la misma noche de los hechos en el lugar y dejó claro que la defensa de la enseñanza laica está en juego. Macron condenó lo que describió como un "ataque terrorista islámico'' y exhortó a la nación a mantenerse unida frente al extremismo. Francia sufre desde hace años brutales atentados terroristas de origen islamista. Cientos de franceses han sido asesinados por fanáticos musulmanes, ligados al Isis, a Al Qaeda u a otras formaciones terroristas. Los radicales hallan terreno fértil en la enorme comunidad musulmana francesa, de más de 5 millones de personas, y en la postergación laboral y social que sufren muchos de sus integrantes.
El Palacio del Elíseo organizará un “homenaje nacional” al profesor Samuel Paty. Este tenía 47 años y era padre de un niño. En las últimas semanas, vio cómo en el centro de estudios se desataba la polémica entre los padres por las caricaturas, al punto de reprocharle la difusión de “imágenes pornográficas” de Mahoma. Estas quejas venían a veces acompañadas de amenazas.
La representación de Mahoma es estrictamente prohibida por el islam. Ridiculizarlo o insultarlo acarrea la pena de muerte en muchos países musulmanes, que se rigen por la ley medieval de la Sharía. Por este choque de valores, Francia padece desde 2015 una serie de atentados terroristas, islámico o yihadista, que han causado la muerte de 259 personas, incluyendo a Samuel Paty.
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