Ray Kershaw, de 63 años, y Tracy Brooks, de 45 años, habían planeado celebrar su boda en Tenerife (España) en 2018, pero en marzo pasado el hombre fue diagnosticado de cáncer en el duodeno.
La enfermedad avanzó muy rápido y la pareja decidió aprovechar los últimos días de vida de Ray para casarse en el Hospital Springhill, de la ciudad de Rochdale.
Ante la falta de recursos económicos para cumplir con la última voluntad del hombre, la asociación "Gift of a Wedding" se encargó de juntar donaciones anónimas y permitió el emotivo festejo, al que asistieron los familiares más cercanos, amigos y personal de enfermería del centro de salud.
"Fue absolutamente increíble y tan reconfortante saber que hay tanta generosidad, bondad y amor en el mundo", agradeció Karen Haycox, la dama de honor, en declaraciones a The Independent.
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