Portada  |  19 junio 2018

EE.UU.: el video que muestra cómo sufren los nenes separados de sus padres inmigrantes

Mientras aumentan las críticas que tachan de "inhumana" la política de la Administración estadounidense, el presidente reiteró su apoyo a las medidas.

Internacionales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobló su defensa de la política de "tolerancia cero" aplicada a los inmigrantes que llegan a la frontera y, pese a las críticas, insistió en culpar a los demócratas a quienes acusó de pretender que la inmigración ilegal "infeste" al país.

Trump reiteró su apoyo a estas medidas, que desde que se impusieron a mediados de abril provocaron miles de separaciones familiares entre los inmigrantes que llegan a la frontera, lo que suscitó un sinnúmero de críticas y denuncias.

"Siempre debemos arrestar a las personas que ingresen ilegalmente a nuestro país. De los 12.000 niños, 10.000 son enviados por sus padres en un viaje muy peligroso, y solo 2.000 están con sus padres, muchos de los cuales trataron de ingresar ilegalmente a nuestro país en numerosas ocasiones", argumentó el mandatario.

"Podemos liberar a todas las familias inmigrantes y menores que se presenten en la frontera desde América Central o podemos arrestar a los adultos por el delito federal de entradas ilegales. Esas son las dos opciones: fronteras totalmente abiertas o enjuiciamiento penal por infracción de la ley", aseguró.

POLÉMICA POR LAS MEDIDAS DE TRUMP

Las leyes actuales no obligan a juzgar a los inmigrantes ilegales como autores de crímenes penales, tal y como los está procesando ahora el Departamento de Justicia por orden de Trump, sino que la entrada ilegal en el país es considerada un delito civil que no tiene por qué incurrir en detenciones preventivas. De esta forma, los adultos son llevados a centros de detención y sus hijos menores pasan a manos del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, aseguró el lunes que la Administración Trump "no va a pedir perdón" por separar a los niños de sus madres, mientras en los medios de comunicación circulan duras imágenes y testimonios de los menores afectados.

El Gobierno admitió que la separación de los niños de sus familias en la frontera tiene como fin disuadir la inmigración ilegal, una táctica que ya había adelantado hace un año el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, que podría adoptar.

Mientras aumentan las críticas que tachan de "inhumana" esta nueva política de la Administración estadounidense, cada vez son más los republicanos en el Congreso que abogan por encontrar una solución para prohibir esta práctica, al margen de una reforma migratoria más amplia.

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