Portada  |  23 agosto 2017

Dos jubilados vendieron su casa, su auto y su barco y se fueron a recorrer el mundo

Hace cuatro años Debbie y Michael Campbell, de 61 y 71 años, decidieron dejarlo todo y lanzarse a la aventura de viajar. Ya recorrieron 68 países Y 200 ciudades.

Internacionales

Hay quienes lo dejan todo y se lanzan a la aventura de viajar. En algunos casos el viaje arranca antes, en otros después. En el caso de Debbie y Michael Campbell, de 61 y 71 años, todo empezó hace cuatro años cuando vendieron su casa, su auto y su barco en Seattle, Estados Unidos, y se fueron a recorrer el mundo.

Michael es un ex ejecutivo y consultor y cuenta que fue su hija quien les sugirió empezar el viaje cuatro años atrás. Así, con el impulso más vivo que nunca, ya recorrieron 68 países, 200 ciudades y durmieron en casi 150 pisos alquilados a través de la plataforma de alojamiento online Airbnb. Todo empezó con una lista: el matrimonio anotó los 36 países que quería conocer y se lanzó a la aventura. Aunque tenían planificado viajar seis meses, el viaje se extendió un poco de más.

Después de recorrer el mundo, la vida de Michael y Debbie cambió por completo. Ahora dicen que se sienten más nómadas que turistas y que por medio de Airbnb pudieron encontrar lugares baratos y cómodos. Debbie es ex directora artística y explica que prefiere alojarse en un departamento para cocinar y evitar cenar afuera.

Michael ama ir a ver los partidos de fútbol y tiene anotados todos los equipos que vio. El matrimonio cuenta que su país favorito es Croacia, donde volvieron varias veces durante su viaje. Y recuerdan con asombro su viaje a Ruanda, donde llegaron con sus valijas bien arregladas. Sólo en Johannesburgo dicen que se sintieron alguna vez amenazados.

La pareja de jubilados volverá en dos semanas a Seattle, aunque solo de forma temporaria. Allí se alojarán en la casa de amigos y visitarán a sus cuatro hijos. En 2018 volverán a despegar rumbo a algún destino desconocido. “Vamos a seguir mientras estemos bien y tengamos dinero", asegura Michael y confiesa que eso no es todo: que además, entre sus planes está el de ser becarios durante tres meses en el cuartel general de Airbnb en San Francisco.

Fuente: El País.

 

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