Rusia está conmocionada tras un brutal crimen. Dimitri Luchin, de 22 años, golpeó a su novia, Olga, de 45, la acuchilló, comió su cerebro y bebió su sangre.
El joven, que había sido elegido "poeta del año" por la Asociación de escritores rusos en la primavera de 2016, conoció a la víctima a través de las redes sociales.
La noche de la tragedia había cenado en la casa de Olga, en la ciudad de Valdai, cuando empezaron a discutir. El joven golpeó a la mujer con una botella de vino en la cabeza al menos 25 veces.
Cuando Olga perdió el conocimiento, el acusado le dio cuatro puñaladas en el pecho. Después le rompió el cráneo con una maza, cortó en pedazos su cerebro para comerlo y bebió su sangre.
Pocas horas después del crimen, Luchin fue detenido y confesó el crimen. "Me gustó el sabor de su cerebro. Decidí darle otra oportunidad. Luego dejé un poco de su sangre en un vaso y recogí más que se había derramado en el piso. ¿Por qué? Necesitaba sangre para beber con mi comida", dijo.
Para la Justicia Luchin es perfectamente consciente de lo que hizo. "El examen médico forense encontró que el acusado es completamente imputable. Se declaró culpable", informó uno de los investigadores.
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