Donald Trump es apto para ejercer la presidencia de Estados Unidos a sus 71 años. El presidente se sometió el pasado viernes a un chequeo médico para ver cómo está de salud e insistió en que se analizara también su capacidad cognitiva. Un test que no se le suele practicar a los habitantes del despacho oval, pero el magnate insistió después de que el libro ‘Fire and Fury’ pusiera en duda su estabilidad mental.
El test al que se sometió Trump se conoce como Evaluación Cognitiva de Montreal. Una breve prueba que se realiza en apenas diez minutos y que sirve para detectar problemas leves mediante una serie de preguntas. Lo máximo que se puede obtener en este examen son 30 puntos y eso es lo que sacó el presidente, según el médico militar que lo ha examinado.
“No veo ninguna razón en absoluto para pensar que el presidente pueda tener ningún problema con su razonamiento (...) Su mente es muy aguda, está intacta”, subrayó el médico”, detalló el doctor Ronny Jackson. Con la Evaluación Cognitiva de Montreal se puede saber si el paciente sufre una deficiencia cognitiva leve, como pérdida de memoria o incapacidad para pensar claramente, algo que queda descartado en el caso de Trump.
El test evalúa diferentes dominios cognitivos: atención, concentración, funciones ejecutivas, memoria, lenguaje, habilidades visuoconstructivas, pensamiento conceptual, cálculo y orientación. Algunas de las pruebas consisten en, por ejemplo, reconocer qué animales aparecen dibujados, relacionar letras y números, memorizar una lista de cinco palabras o saber en qué día se encuentra.
Según este test, tendrán unas capacidades cognitivas normales aquellos que obtengan entre 26 y 30 puntos. Sacar menos de eso podría ser síntoma de sufrir demencia.
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