Portada  |  03 septiembre 2015

"Apenas vi a Aylan Kurdi, se me heló la sangre", dijo la fotógrafa que retrató la muerte del chico sirio

"Para entonces ya no había nada que hacer. Allí había un cadáver con la camiseta roja levantada y pantalón azul marino. No había nada que yo pudiese hacer por él. Podía darme cuenta por la ausencia de gritos. Lo único que podía hacer era apretar el botón del obturador, e hice la foto en ese momento", explicó.

Internacionales

Nilüfer Demir, la fotógrafa turca que captó la terrible imagen del bebé ahogado en una playa de Bodrum, se ha convertido a su pesar en una pequeña celebridad.

"Cuando vi a Aylan Kurdi se me heló la sangre", relata Demir en la página de la agencia turca para la que trabaja. "Para entonces ya no había nada que hacer. Allí había un cadáver con la camiseta roja levantada y pantalón azul marino. No había nada que yo pudiese hacer por él. Podía darme cuenta por la ausencia de gritos. Lo único que podía hacer era apretar el botón del obturador, e hice la foto en ese momento", explicó.

Demir documentaba así el hallazgo de los cadáveres de 12 refugiados sirios, ahogados al intentar llegar en patera a la isla griega de Kos, entre ellos siete niños. Aylan Kurdi, de dos años de edad, ni siquiera era el más joven: los pequeños Abdullah y Zeinab Jafer tenían año y medio. El hermano mayor de Aylan, Galip, acababa de cumplir tres. Los otros tres menores fallecidos tenían 7 y 11 años.

No sin emoción, Nilüfer Demir continúa describiendo la situación: "A unos cien metros yacía su hermano Galip. Él también tenía la camisa levantada. Pero para Galip y a Tahara, no había ninguna razón, ni chaleco salvavidas, ni guardias, por la que tuviesen que seguir en el agua. Eso reveló el dramatismo del momento. Pero lo único que podía hacer era hacer la foto, y eso hice".

Su compañero, el cameraman Osman Uras, fue quien filmó las dramáticas imágenes vistas en las pantallas de todo el mundo: el diminuto cuerpo mecido por la ola sobre la playa, y un agente de la Gendarmería retirando ese cadáver y el de los demás niños. «El distrito de Bodrum, en la provincia de Mugla, ha estado siendo escenario de flujos migratorios desde hace quince años, pero en los últimos tres meses se han incrementado enormemente. Cientos e incluso miles de inmigrantes han estado llegando a Bodrum. La isla griega de Kos está a apenas cuatro millas de aquí», explica Uras.

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