Portada  |  18 febrero 2020

Alertan por la presencia de un peligroso tóxico en los tickets que se borran

El 90% de los recibos que dan en las tiendas contiene bisfenol A, un compuesto químico relacionado con el cáncer y la infertilidad.

Internacionales

El bisfenol A (o BPA por su sigla en inglés) se usa, entre otros muchos productos, en envases de plástico, como las botellas de plástico, el recubrimiento interno de las latas de conservas y, ya fuera de la industria alimenticia, en el papel térmico, el de los cajeros automáticos, las cajas registradoras y posnet de las tiendas. 

El 90% de los recibos que dan en los comercios contiene bisfenol A, un compuesto químico relacionado con el cáncer y la infertilidad. Así se desprende de una investigación dada a conocer hace unos meses por el médico español de la Universidad de Granada (UGR) Nicolás Olea que, junto con José Manuel Molina, lideró un estudio internacional del que se desprende que 9 de cada 10 recibos que se entregan en comercios y supermercados están elaborados con papel térmico y contienen BPA, un conocido disruptor endócrino que altera el equilibrio hormonal de las personas expuestas a él y que se vincula con infertilidad, malformaciones genitourinarias, obesidad y cáncer en órganos dependientes de las hormonas, como el de mama.

La industria utiliza este compuesto porque proporciona un plástico claro y resistente que hoy sigue utilizándose para revestir algunos tipos de latas de alimentos y bebidas, en cubiertos y vajilla descartables, en equipos deportivos, en los CD y DVD, en las carcasas de ordenadores y electrodomésticos, en juguetes...

En Francia se prohibió en el 2014 al comprobar su impacto en miles de mujeres en edad fértil que eran cajeras. En 2019 el Tribunal General de la Unión Europea ordenó la inscripción del producto químico bisfenol A como "sustancia extremadamente preocupante" debido a sus "propiedades tóxicas" para la reproducción humana. Así ratificó una decisión previa de 2016 de la Comisión Europea (CE) y el reglamento de aplicación, al rechazar un recurso de los fabricantes de envases. 

En el 2011 la Unión Europea prohibió el uso de BPA en biberones para lactantes -medida que replicó la Anmat al año siguiente.

Sin embargo, no existen pruebas definitivas según la autoridad de control de Estados Unidos, la FDA, la que señala que lleva revisados cientos de estudios al respecto. 

A quienes relativizan el riesgo y lo consideran “despreciable” porque consideran que la exposición de la mayoría de personas a estos recibos es pequeña, el Dr. Olea replica que “el día a día está lleno de exposiciones despreciables: los tickets de la compra, las latas de conservas, las botellas reutilizables... y el resultado –como hemos visto en diversas investigaciones ya publicadas–, es que nuestros niños excretan a diario plástico en la orina”.

No obstante, la CE permite utilizarlo en materiales que están en contacto con los alimentos siempre que se mantenga por debajo de unos límites que evitan su filtración, restricciones que también se aplican a los juguetes para menores de 3 años. 

En el caso del papel térmico, la CE estableció que este año se cumple el tiempo límite para prohibirlos.

Investigación

Luego de décadas investigando sobre la toxicidad de estas sustancias, el Dr. Olea aseguró al diario La Vanguardia y otros mediuos españoles que no se trata de una advertencia alarmista, sino de la constatación de un riesgo evitable contra el que hay que actuar porque hace años que está demostrado que el bisfenol A es tóxico. 

En el estudio liderado por la UGR –publicado en la revista Environmental Research en marzo de 2019–, los investigadores también advierten que el bisfenol-S (BPS) que se está utilizando en Francia como alternativa al BPA también es un disruptor endócrino y tiene una mayor persistencia medioambiental, de modo que no debería ser la opción de la industria para sustituir al bisfenol A cuando se lo termine prohibiendo.

Olea explica que para el consumidor es fácil identificar los recibos de papel térmico con bisfenol: “Es ese papel que si lo acercas a una fuente de calor, como un fósforo, se ennegrece de forma instantánea, y también ese donde en poco tiempo se borra lo que está impreso”. Y agrega que el fino polvo blanco que a menudo se desprende de estos tickets al sacarlos de la cartera o del monedero y mancha los dedos “es precisamente el BPA”.

Sobre una muestra de 112 recibos de papel térmico de Brasil, España y Francia, los investigadores encontraron que más del 90% de los españoles y brasileños tenían BPA y presentaban actividad biológica de carácter hormonal antiandrogénica.

“Es un ejemplo más de que algo está fallando en los sistemas de vigilancia de toxicidad de los compuestos químicos en nuestro medio; parecería que las medidas reguladoras se establecen a posteriori, cuando la exposición humana ya es evidente; de hecho la protección de cientos de miles de jóvenes que están trabajando como cajeros y cajeras en los comercios no se está llevando a cabo con la rigurosidad que sería conveniente”, advierte Olea.

Olea aconseja a los consumidores adoptar algunas medidas de cautela y manipular lo mínimo posible los tickets: tocar poco este papel térmico, no acumularlo, no arrugarlo, ni juntarlo con la comida.

El estudio de la UGR –en el que han colaborado investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria y del hospital San Cecilio de Granada, de la Université Paris Descartes, del hospital Necker Enfants Malades de París y de la National School of Public Health de Rio de Janeiro– alimenta la creciente preocupación por la exposición inadvertida de la población al bisfenol A.

En septiembre pasado investigadores del Instituto Català de Recerca de l’Aigua (ICRA) también constató la presencia de este y otros disruptores endócrinos en el pescado y marisco que se vende en once países europeos, entre ellos España, aunque en niveles inferiores a los valores considerados de riesgo.

MIRÁ TAMBIÉN:

- Advierten que el ser humano come plástico equivalente a una tarjeta de crédito cada semana

- Video impactante: muestran una tortuga que defeca plástico

Prohíben la "entrega, uso y expendio" de sorbetes en la ciudad de Buenos Aires

- Diario de la guerra contra el plástico: sorbetes de arroz

Comentarios