Hoy, los adultos mayores, como los conocemos, siguen siendo jóvenes y tienen ganas de seguir viviendo. Están "en el mejor momento", les gusta decir. Ya tuvieron hijos, los criaron, trabajaron y hoy tienen todo el tiempo del mundo para viajar y disfrutar tanto de amigos como de un nuevo destino.
Las Termas de Río Hondo es uno de los destinos favoritos: las 16 horas de viaje desde Buenos Aires hasta Santiago del Estero servirán para conocerse, para tomar mate, jugar a las cartas, charlar y porque no bailar un poco arriba del micro. Las ganas de reunirse y divertirse están intactas.
Entre ellos se entienden y piensan parecido. Cualquier comentario sirve para comenzar una conversación y saber un poco de la historia del otro. "Cerramos la puerta de casa y empieza la joda", resume María Rosa y de esa forma todos los problemas y los achaques de la edad quedan suspendidos para la vuelta. En Termas se divierten.
En el contingente hay matrimonios y también mujeres solas; "las chicas", como ellas se llaman entre sí, algunas viudas y otras separadas. Ellas aseguran que no hay que buscar una pareja, que llega solo y siempre están dispuestas a recibir ese amor con los brazos abiertos, aunque también aseguran que "los hombres a esta edad buscan dos cosas, mujeres más jóvenes o te buscan para ir a la cama, pasa el momento y ya está".
"Las mujeres evolucionamos más que los hombres, no necesitamos que nos hagan el verso, queremos las cosas más claras" opina María Rosa. Algunas de ellas probaron con redes sociales o aplicaciones de encuentros, todo vale a la hora de encontrar el amor.
La vida sexual no se termina cuando uno se jubila y ellas todavía tienen energía y muchas ganas de experimentar y sobre todo de volver a enamorarse y sentir emociones como cuando eran jóvenes.
Mary es viuda hace 20 años, además de esperar un nuevo amor cuenta que su hijo es muy celoso y ese es otro tema con el que se enfrentan. "Quien no quiere un novio, hoy la tecnología nos acerca".
Carlos y Mary hacen este viaje desde hace una década: "uno está en la recta final, hay que aprovechar, compartir y es maravilloso poder viajar".
Para ellos y su grupo de amigos, el baile y la comida son lo más importante."En este momento es cuando más lo disfrutamos porque cuando uno es joven muchas veces no se da cuenta y la velocidad te lleva a no pensar en lo que estás haciendo. Hoy en día cada viaje uno los disfruta, en estos momentos más todavía".
Van acompañados de una coordinadora que se encarga de que nada les falte y se sientan a gusto en cada momento.
Por supuesto que no faltan las medialunas, los sándwiches de milanesa y hasta nos confesaron que se llevan algunas latas de cerveza y una botellita de vino para la cena.
Santiago del Estero les ofrece un clima seco, que todos aseguran, les cae muy bien al cuerpo "cuando llegamos ya estamos bien, no sentís nada, ningún dolor, podes hacer todo", asegura Mary. Por eso es uno de los destinos más elegidos de los "viejos jóvenes" como se definen ellos.
"Estos viajes son un regalo al esfuerzo de 51 años de trabajo", dice Carlos que asegura que "estos viajes son mejores que los de egresados, mucho más divertidos" porque las ganas de reunirse y divertirse siguen intactas.
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