En pleno corazón de Buenos Aires, en el convento de Carmelitas Descalzas San José, del barrio San Cristóbal, viven 14 religiosas mujeres, que decidieron sumirse en el silencio, la castidad y el encierro para rezar por la salvación del mundo.
Según su credo, respondieron al llamado de Dios a una vida ascética, que cumplen a través del encierro y el silencio. Sus vidas se desarrollan en la intimidad de la comunidad, en medio de la oración, el trabajo y la soledad.
Cumplen con los votos de castidad, pobreza y obediencia y todos los días oran por las intenciones de los particulares que dejan sus cartas en el convento o vía telefónica. Rezan por la salud, por los refugiados y entre muchas otras cosas, por la paz del mundo.
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