No son solamente policías, forman parte del Grupo Especial Antidisturbios Femenino (GEAF), creado el 18 de febrero. Con una capacitación ardua, estas mujeres son entrenadas para trabajar en manifestaciones con el objetivo de controlar y dispersar a los manifestantes.
El grupo fue creado por la policía de la Ciudad de Buenos Aires con una visión estratégica. Poner en la línea de frente a mujeres puede generar empatía en mujeres manifestantes o mayor respeto en hombres.
Están orgullosas de su labor diaria, tanto que no sienten debilidad alguna en comparación a los hombres. Incluso, para que no queden dudas, algunas intentan mostrar mayor fortaleza y dureza para ser consideradas iguales a los hombres.
Pueden recibir piedrazos, golpes e insultos, por eso tienen diversos mecanismos para mostrar firmeza. Cantan por dentro, miran a un horizonte, no gesticulan. Pero por dentro la impotencia crece, y no sienten culpa o temor cuando deben intervenir en una manifestación.
Saben que corren riesgos y sus familias también lo tienen en cuenta. Pero el orgullo y sentido de pertenencia es más grande. Están entrenadas no solo físicamente, sino también psicológicamente. Dichos entrenamientos generan, finalmente, que las emociones queden puertas adentro de sus hogares.
Así como crece la participación de mujeres en movilizaciones y protestas, se creó un cuerpo que trababa en la primera línea de protestas o manifestaciones. ¿Cómo? La idea es bajar el nivel de tensión y contener las diversas situaciones que puedan quebrar la tranquilidad.
Telefe Noticias participó de un entrenamiento y fue testigo de su trabajo en la calle.
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