Portada  |  18 junio 2018

“Locas de amor”: las historias de mujeres que se recuperan en el Hospital Esteves

Cuando los afectos curan más que una pastilla. Informe especial de Damián Carreras.

Informes Especiales

El Hospital José Esteves es un neuropsiquiátrico ubicado en la localidad de Temperley, en el que hay 650 mujeres internadas que realizan un tratamiento para recuperarse y son acompañadas por médicos, psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales que las acompañan en el proceso de cura de la enfermedad.

Si bien son medicadas, hay un factor clave en el proceso de cada tratamiento y es la importancia del afecto como motor de sanación. Sin embargo, la mayoría de las pacientes pierden contacto con el exterior debido a que sus familiares las abandonan o las visitan de forma muy esporádica. Los números son mucho más contundentes: aproximadamente el 50% de las internadas no tiene red vincular con su familia.

El Hospital Esteves recibe casos de toda la provincia y depende del Ministerio de Salud Provincial. Allí, además de las pacientes que se encuentran internadas bajo tratamiento, hay alrededor de otras 70 mujeres que viven fuera del hospital. Una vez que son dadas de alta, de acuerdo a su situación, vuelven a sus casas y continúan tratamientos de forma ambulatoria. Muchas son incluidas en programas de externación y se les otorga una pensión o subsidio para reinsertarse en la sociedad.

Felicia del Piazzo es uruguaya, tiene 60 años y hace 16 está internada. Tras recordar la cantidad de años que está allí desliza la siguiente frase. “Piensan que estamos locos, pero no somos locas, la locura está afuera”. Así dice también que no se imagina la vida “afuera” y que, aunque ya fue dada de alta, no tiene dónde ir. “No quiero irme”, asegura.

Gloria Álvarez tiene 59 años, tres hijos y hace siete años está internada. Con Felicia las une la amistad que supieron construir y también su condición: las dos fueron internadas por esquizofrenia, un trastorno mental que afecta funciones cerebrales como el pensamiento, la percepción y las emociones. “Acá nos sentimos normales, si me voy, me gustaría seguir teniendo relación con ella (por Felicia)”, agrega.

El doctor Fabián Caminos es psiquiatra, jefe de la Residencia por la que pasan las internadas antes de recibir el alta. Tal como explica, hay pacientes que no tienen a dónde ir, por eso en muchos casos tuvieron que volver cuando ya habían sido dadas de alta. Ante la pregunta de qué es la locura, el médico contesta que es muy complejo de definir. “Todos tenemos un grado de locura y un grado de cordura”, señala.

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