Además devela como debe enfrentar a diario los prejuicios de los otros transeúntes, "por andar en moto no me convierte en un motochorro" dice. Muchos traban el auto o cierran sal ventanillas y yo estoy trabajando", aclara.
Todos los días expone su vida para cumplir con su trabajo. Repasa el pasado y revive la crisis del 2001, la función de los motociclistas de asistir a las victimas de la represión y recuerda a su amigo Riva, el motociclista asesinado por la represión policial.
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