Portada  |  17 septiembre 2019

"Cambio de hábito": religiosos enamorados cuentan en primera persona porqué abandonaron el celibato

Formar una familia, enamorarse, ser padres o madres, cuestiones que un día tomaron más fuerza y se transformaron en el puntapié inicial para decidir el cambio de hábitos.

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Ellos se acercaron a la Iglesia desde que eran chicos. Su vocación fue aumentando y un día, terminado el secundario eligieron seguir el seminario y consagrar su vida a Dios. Así, pasaron los primeros años hasta que comenzaron a tener dudas. Formar una familia, enamorarse, ser padres o madres, cuestiones que un día tomaron más fuerza y se transformaron en el puntapié inicial para decidir el cambio de hábitos.

Hugo empezó a sentir que se le endurecía el corazón, que había perdido la alegría, que no podía llevar su ministerio de la forma que lo hacía antes, hasta que apareció una mujer, Julieta.

Ella había sido religiosa unos años antes y se había retirado de la congregación también por sentirse incompleta, había perdido la sonrisa, no era feliz. A los 37 años decidió que no podía seguir con este camino y renunció.

La historia de Julieta y Hugo comenzó muchos años atrás, ambos eran religiosos, pero cuando ambos dejaron sus congregaciones es que se encontraron y celebraron el amor que uno sentía por el otro. “Yo me enamoré profundamente de Julieta” confiesa Hugo, “él me sana el corazón” reafirma ella completamente emocionada. Ambos siguen en el camino de la religión y quieren sellar este amor, casándose ante Dios.

Para todos ellos dar ese paso fue muy difícil, fue empezar de cero. Sólo tenían los estudios de Teología y Filosofía, pero eso no les aseguraba una profesión para encontrar una salida laboral. Volver a la casa de sus padres fue la opción que tuvo Osvaldo cuando decidió dejar su vida sacerdotal.

Sus cuestionamientos empezaron ante la falta de una persona que lo acompañe el resto de su vida, un año fue el proceso por el que transitó para tomar una decisión. A esa duda se sumaron las ganas de ser padre, de formar una familia y finalmente dio un paso al costado. Hoy está en pareja con Lía, hace 4 años, comparten sus valores y sueñan con formar una familia y tener hijos, “si son muchos, mejor”, sonríe.

En algunos casos el celibato es todo un tema, Andrés no logró aguantarlo. “A la noche necesitaba un abrazo, alguien que me acompañe, que me escuche, eso no estaba.” Comenzó a entrar en chat gays hasta que quedó en encontrarse con un chico y así fue su primera relación sexual. Durante algunos meses trató de concentrarse en su fe, pero no fue suficiente y se retiró de su vida sacerdotal. Armó su mochila y se vino a vivir a Buenos Aires, al principio le hicieron un lugar en la Catedral de la Ciudad, fueron unos días hasta que empezó a organizarse, consiguió un trabajo y empezó su nueva vida. Hace 15 años que está en pareja con Luis, se casaron y hoy son muy felices.

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