El 18 de julio a las 9.53 un coche bomba explotó en la sede de la AMIA. Minutos después de la explosión, David Allami y Alí Burafi llegaron al lugar. Alami estaba por la zona ya que su oficina quedaba a la vuelta de la mutual israelita. Burafi es reportero gráfico de una agencia de noticias y estaba trabajando en la zona.
Allami fue fotografiado por Burafi en la foto que ilustra esta nota. Ese día, Allami rescató a varios heridos y sacó cadáveres de los escombros. Mientras tanto, el fotógrafo registró con su cámara todo lo que iba sucediendo en el lugar.
A 23 años del trágico atentado, los dos protagonistas se juntaron por primera vez. Mirá la entrevista de Rodolfo Barili.
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