El 13 de marzo pasado Alberto Guido y su esposa, Carmen Hoffman , tenían que abordar en Abu Dhabi, un crucero que los llevaría, entre otros lugares, a conocer las ruinas de Petra, el sueño de Alberto desde que vio en 1989 una escena de la película Indiana Jones y la Última Cruzada, rodada en ese lugar.
Sus dos hijos, Adrián Gustavo y Sergio Alejandro, no les dijeron nada pero a comienzos de marzo de este año, el Covid-19 ya era un tema del que se hablaba en las noticias. Los médicos recomendaban no viajar. A pesar de eso el matrimonio, que hacía meses organizaba la travesía, se subió a un avión.
El día que zarpaban se suspendió el crucero por la pandemia y poco después ellos regresaban a la Argentina. Sin embargo, en algún momento de lo que duró ese camino al viaje finalmente frustrado, ambos se contagiaron coronavirus.
El diagnóstico positivo, estando en edad de riesgo y ambos con hipertensión, los asustó. Sin embargo aseguran que no estaban preocupados por sí mismos, sino por el otro. Alberto por Carmen y Carmen por Alberto. Los dos festejaron sus cumpleaños en cuarentena.
Afortunadamente a las pocas semanas, con apenas unos días de diferencia, el teléfono de su casa de Villa Adelina sonó y les dieron la noticia que tanto esperaban: estaban curados. Un enfermedad, a la que le ganaron de a dos.
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