Portada  |  21 junio 2017

Un dispositivo que convierte la orina en electricidad debuta en el Festival de Glastonbury

Las pantallas informativas del evento musical serán alimentadas con los residuos de dos baños públicos. Télam habló con el director del Centro de Biotecnología de Bristol que creó esta tecnología que apunta a generar energía a bajo costo y con poca infraestructura.

Espectáculos

Investigadores de una universidad británica crearon un dispositivo que convierte la orina en electricidad en busca de hallar una respuesta al desafío de producir energía a bajo costo, de forma limpia, renovable y con poca infraestructura. La primera gran prueba la tendrá desde hoy en el Festival de Glastonbury, donde pantallas informativas del evento musical serán alimentadas a través de dos baños públicos.

La tecnología, que se desarrolló en el Centro de Biotecnología de Bristol, al suroeste de Inglaterra, consiste en una serie de cilindros llenos de microorganismos electroactivos que se alimentan de las aguas residuales para crear electrones que luego se convierten en electricidad y se almacenan en baterías listas para su uso.

Si bien no es la primera vez que la ciencia busca transformar el residuo humano en energía a través de bacterias que realizan eso naturalmente, lo innovador de este proyecto es que hizo más chicas y eficientes las llamadas Celdas de Combustible Microbianas, el sistema que permite aprovechar ese proceso.

“La investigación comenzó hace 15 años, cuando comenzamos a explorar diferentes formas de desarrollar robots energéticamente autónomos. Luego empezamos a trabajar con las Celdas de Combustible Microbianas que impulsaron con éxito la familia de pequeños robots que creamos”, explicó a Télam el director de la investigación, Ioannis Ieropoulos.

Así nació el proyecto llamado “Pee Power” (“El poder del pis”, en español) que según el científico “tiene un potencial bastante alto ya que puede utilizarse para generar electricidad en lugares remotos, tratar aguas residuales, producir soluciones desinfectantes y matar organismos patógenos”.

El pragmatismo y posibilidades del dispositivo llamaron la atención de la Fundación Bill y Melinda Gates, creada por uno de los padres de Microsoft y su esposa, que decidió financiar su desarrollo y lo que será su testeo en Uganda, el primero fuera del Reino Unido.

“La prueba va a ser en un internado, proporcionando iluminación en uno de los bloques de sanitarios que actualmente no tiene electricidad”, precisó Ieropoulos, profesor de Bioenergía y Sistemas Auto-Sustentables.

Pero antes de cruzar de continente, la tecnología será utilizada en el Festival de Glastonbury, uno de los más importantes en la escena musical británica y que desde hoy hasta el 26 de junio verá desfilar en sus escenarios a Radiohead, Foo Fighters y Ed Sheeran, entre otros artistas.

“Tenemos dos urinarios de diferentes tamaños y que cumplen un propósito diferente, para ver lo bien que se desempeñan fuera del laboratorio y con un gran número de visitantes (se esperan más de mil litros de orina por día)”, explicó el docente.

La idea es que se genere suficiente energía para parte de la iluminación, los cargadores de teléfonos celulares instalados en zonas del festival y alimentar las pantallas electrónicas.

Una sola pila de combustible microbiana alimentada con dos litros de orina puede generar entre 30 a 40 miliwatts de energía, lo suficiente para de forma lenta cargar un celular o iluminar un baño químico por ejemplo.

Si bien la cifra no es comparable con otras alternativas como los paneles solares, la gran ventaja es que la tecnología puede ser muy barata en su producción, instalación y su uso al aprovechar un residuo renovable y que no produce gases contaminantes.

“El costo ahora es más alto de lo que debería ser simplemente porque la tecnología todavía está dentro del centro de investigación dentro de nuestra Universidad. Si se empieza a producir en masa, entonces el costo sí será bajo”, indicó Ieropoulos.

Los expertos demostraron que además de producir energía, los microorganismos electroactivos que se alimentan de la orina y aguas residuales pueden ser utilizadas para atacar y destruir la Salmonella, un patógeno potencialmente mortal.

De esta forma, se prevé que esta tecnología puede ser utilizada también en áreas que carezcan de saneamiento y tratamiento para ayudar a limpiar las aguas residuales y efluentes.

Comentarios