Portada  |  19 septiembre 2019

Jennifer Aniston tuvo que adelgazar más de 13 kilos para ser Rachel en Friends

Gracias a Friends, Aniston se convirtió en una de las actrices más importantes de su generación y en todo un icono de moda.

Espectáculos

Hace 25 años, el 22 de septiembre de 1994, Estados Unidos asistía al estreno de la que se convertiría en una de las series más importantes de la historia de la televisión: Friends.

Un formato que lanzó a la fama a seis actores entonces desconocidos y que se convirtieron en superestrellas: David Schwimmer, Matthew Perry, Matt LeBlanc, Lisa Kudrow, Courteney Cox y Jennifer Aniston, probablemente la que ha tenido una trayectoria más sólida y duradera y la que mayores cotas de estrellato ha alcanzado.

Gracias a Friends, Aniston se convirtió en una de las actrices más importantes de su generación y en todo un icono de moda. Sin embargo, un nuevo libro lanzado ahora con motivo de este 25º cumpleaños desvela que la actriz no lo tuvo fácil para llegar hasta ahí y que se vio sometida a las presiones de la industria por su físico.

En Generation Friends: An Inside Look at the Show That Defined a Television Era (Generación Friends: un vistazo por dentro a la serie que definió una era en la televisión), el autor Saul Austerlitz desvela que Aniston "fue obligada a perder 30 libras [13,6 kilos] si quería seguir en la industria de Hollywood" y por tanto para optar al papel de Rachel Green, que le dio el pistoletazo de salida a su carrera después de alguna pequeña serie.

"Los Ángeles era un lugar muy duro para ser actriz, un lugar muy duro para ser mujer, y a su agente le costaba asumir esa situación", explica Austerlitz, que relata como a la actriz la llamaron después de hacer una audición y le pidieron que fuera en mallas. "Eso va a ser terrible para mí", le dijo supuestamente Aniston a su agente que "se puso serio al respecto", tal y como se recoge en el libro y como cuenta ahora el portal estadounidense The Blast.

Aniston ha hablado en alguna ocasión sobre su alimentación y ha dejado entrever que esta no ha sido del todo saludable. Así, contó que durante un tiempo comía "demasiados sándwiches de mayonesa. Mayonesa sobre pan blanco... la cosa más deliciosa del mundo", explicó a la revista estadounidense Rolling Stone en 1996.

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