Las palabras Riesgo País tienen en todos los Argentinos un efecto Deja Vú muy intenso. Aunque desde la devaluación del 2018 ha vuelto a formar parte del discurso de los analistas, la última vez que este concepto había estado tan presente en la agenda mediática había sido en los meses previos a la crisis económica del 2001.
Los economistas explican que el índice de Riesgo País es un termómetro que mide qué tan probable es el riesgo de que Argentina entre en default -que se declare incapaz de pagar sus compromisos de deuda-. Esto es, precisamente, lo que ocurrió en 2001 y lo que generó que el índice de Riesgo País alcanzara su máximo histórico en 2002 de 7222 puntos.
Gráfico elaborado en base al índice EMBI+ de JPMorgan
Tal como demuestra el gráfico, el Riesgo País argentino alcanzó sus niveles máximos entre julio de 2001 y abril de 2005, año en que el gobierno de Néstor Kirchner realizó el histórico megacanje que canceló el 75% de los compromisos de deuda del país.
Hasta que la administración de Mauricio Macri cerró el acuerdo con los fondos buitre en 2016, que le permitió al país acceder a préstamos más económicos en el exterior, el endeudamiento del gobierno nacional había sido con acreedores internos como el ANSES y las provincias. Por este motivo, el Riesgo País perdió relevancia en la agenda mediática.
Cuando Argentina volvió a tomar grandes niveles de deuda en el exterior a través de bonos -y luego de la devaluación de 2018, con el FMI-, también volvió a adquirir relevancia el índice que mide la posibilidad de que el país no pueda cumplir con los pagos de la deuda.
Sin embargo, los inversionistas a la hora de prestar dinero no analizan únicamente el índice de Riesgo País aislado, sino que consideran por qué período de tiempo se ha mantenido en alza y comparan qué riesgo tienen otros países con economías similares a la de Argentina.
Cuadro elaborado en base al índice EMBI+ de JPMorgan el 22/08/2019
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