Portada  |  15 octubre 2017

"Si no llega uno, llegamos todos": el relato que emocionó a la Selección antes del partido con Ecuador

“Gracias por el hermoso relato, pero sobre todo, por ponerte los botines con nosotros”, escribió Nahuel Guzmán al compartir las palabras de Matías Barzola, antes del partido en Quito.

Deportes

La previa del partido de la Selección ante Ecuador estuvo cargada de nervios y tensión, pero también de emoción y confianza. El arquero Nahuel Guzmán compartió la arenga que le mandó al equipo Matías Barzola, relator cordobés. “Gracias por el hermoso relato, pero sobre todo, por ponerte los botines con nosotros”, escribió al compartir el video.

El relato fue compartido por el Patón y replicado en su cuenta por Barzola, que escribió: “Por un amigo el común, el Pato Guzmán me pidió si podía mandarles algo el día del partido. No sabía qué decirles, ellos lo saben casi todo. Me puse a charlar con el señor que hace jardinería en la casa del vecino y entonces sólo tuve que ponerle la voz”, escribió. Y a ello, agregó: “La verdad auténtica siempre está en la gente”.

EL RELATO DE BARZOLA
"Cuánta burla mediocre de los que jamás le dieron de puntín. Cuánto reclamo de guapeza de los que le tienen miedo a su mujer. Cuánto hablador del todo, que jamás escucha nada. Llegó un momento del que ya no se trata de la bandera ni del himno, ni del pueblo ni siquiera de la camiseta o de sus familias. Esto es por ustedes. Y el único compromiso es que cuando este viaje haya terminado, puedan levantar la cabeza y no tener necesidad de bajar la mirada. Nadie sabe de las lágrimas en un vestuario cuando las tapas del diario nos apuntan a la sien. Quién sintió la fuerza de los abrazos esa vez que pudimos sonreír. Por qué tanta gente califica y ellos nunca calificaron. Sabés la bronca de perderte mil cumpleaños de quince por una pensión pobre donde había que sostener la fantasía. Tenés noción cómo tienta una salida con los pibes y vos ahí que te toca jugar al otro día. Vos también te comiste el verso de los hoteles cinco estrellas. Sabés cómo quisiera un patio como el tuyo y andar descalzo, en cuero, haciendo un asado y que vengan todos los malandras del barrio a comer y tomar algo. Yo también jugué en el baldío de la esquina y el partido duraba hasta que mi vieja me pegaba el grito para que entrara a casa porque ya era de noche. Sé que en tus manos habrá un caramelo o un puñal, para agradecerme o asesinarme. Por eso quiero abrazar a este equipo. Por los que están ahora, por los que estuvieron o por los que algún día llegarán. Hoy si a vos te falta el aire, yo voy a estar ahí, sosteniéndote con mi aliento, si no llega uno, llegamos todos los demás. Y si hay sangre, que sea hasta el hueso. Si pinta bardo, voy a saltar a dar la cara por vos. Si te toca ganar, te voy a decir que confío en vos. Y si toca la otra, que confío mucho más. Nos hicimos hombres de prepo y pudimos soportarlo. Y vos y yo sabemos que esto no es por el auto importado ni la mansión en el country, esto es por el honor. Como la primera vez con los chicos en el colegio. Pero hoy con la camiseta de nuestra tierra. Y la Argentina no es un presidente, ni la cordillera, ni el mar, ni el trigo, ni las vacas, ni los aplaudidores, ni las hienas. Hoy la Argentina somos nosotros. Todos los que estamos en este vestuario. Uno de todos puesto acá. Los que muchos puteadores del Facebook se crean que son la única verdad. Estoy convencido que un niño en Jujuy, un abuelo en la Patagonia, un pibe en Cuyo, que un obrero en la Mesopotamia, un perro flaco en una villa, un paisano en La Pampa o un vecino en la casa donde te criaste hoy prendió velas por nosotros. Para que la fantasía se haga verdad. Háganlo por ustedes, que si lo hacen por ustedes lo van a hacer por los que confían. Juega la Selección, que sea lo que Dios quiera y ¡Dios quiera que ganemos todos!".

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